Recientemente se ha anunciado el descubrimiento de 400 páginas de los diarios de Alfred Rosenberg, uno de los principales ideólogos del III Reich y ministro de los territorios ocupados en el este de Europa. Millones de civiles fueron asesinados, esclavizados, represaliados y encarcelados bajo su mandato. Tras la guerra Rosenberg fue juzgado en los juicios de Nuremberg (1945) y ahorcado (1946).
Alfred Rosenberg (codoh.com).
Sus diarios fueron sacados de Nuremberg y llevados a EEUU a escondidas por Robert Kempner, uno de los fiscales. Posteriormente utilizó algunos extractos para sus memorias. Tras su muerte en 1993, la familia cedió varias cajas con documentación, pero varios cientos de páginas no aparecieron hasta ahora. Estaban en la casa de un academico relacionado con la secretaria de Kempner.
La Batalla de Dien Bien Phu (Ðiện Biên Phủ) tuvo lugar en 1954 entre el Viet Minh, bajo las órdenes de Vo Nguyen Giap, y las fuerzas aerotransportadas y la Legión extranjera francesa. Tuvo lugar cerca de la aldea de Dien Bien Phu siendo la última batalla de la guerra de Indochina.
En 1953 los franceses estaban fortaleciendo sus defensas alrededor del delta del río Rojo cuyo centro era Hanoi y estaban preparados para una serie de ofensivas contra la zona ocupada por el Vietminh al noroeste de Vietnam. El plan era disponer de una serie de fortificaciones incluyendo Lai-Chau junto a la frontera China, Na San al oeste de Hanoi, y Luang-Prabang y la meseta de los Jarros al norte de Laos.
Esa primavera Giap lanzó una ofensiva contra Na San. Después de duros combates, el Vietminh fue derrotado, con miles de bajas.
Fue en ese momento cuando los franceses empezaron a pensar en Dien Bien Phu. En batallas a campo abierto la superioridad material francesa se había impuesto a las guerrillas vietnamitas, por lo que estas habían evitado sistemáticamente este tipo de encuentros. Tras Na San se decidió crear una base de iguales características pero con mejores defensas para quebrantar definitivamente al Vietminh.
Soldado francés de la época
Entre todos los lugares estudiados se decidió que sería Dien Bien Phu. Estaba situada en el fondo de un valle ideal para la construcción de un aeropuerto y cerca de numerosas carreteras. Las colinas que rodeaban la localidad quedaron fuera del perímetro defensivo quizás como anzuelo para el Vietminh, error que decidiría la batalla.
El objetivo estratégico era cortar las comunicaciones con Laos, que durante ese año había sufrido numerosos ataques de la guerrilla que habían conseguido controlar las zonas montañosas.
Al estar las carreteras en manos francesas, los vietnamitas debían atravesar terreno montañoso y crear sus propias carreteras o atacar la base directamente para poder poseer vías de comunicación seguras (esta era la esperanza francesa). Hasta entonces se creía que Giap no podría trasladar armamento pesado a la zona.
A finales de 1953, ambas partes se preparaban para conversaciones de paz, los franceses necesitaban presentar una gran victoria para imponer sus demandas con lo que comenzó la ocupación de Dien Bien Phu.
Desde la mañana del 20 de noviembre de 1953 se lanzaron en paracaídas 9.000 hombres en tres días. Estas fuerzas construyeron dos aeropuertose y fortificaron los alrededores del pueblo en cuatro fortificaciones separadas. A principios de 1954 la fuerza expedicionaria era de 13.000 hombres, incluyendo artillería y tanques.
El Vietminh no interfirió en estos preparativos.
En marzo de 1954, Giap decidió aceptar el reto de una batalla definitiva con métodos regulares, para lo que empleó el ejército que ya constaba de varias divisiones. La batalla comenzó el 13 de marzo, cuando para sorpresa de los franceses se inició un masivo ataque de artillería: al final de la primera noche 9.000 bombas cayeron en las posiciones Beatrice y Gabrielle. En una de las más sorprendentes operaciones de logística que se conozcan, la artillería había sido trasladada pieza a pieza a a través de la selva por coolies en bicicletas o simplemente arrastradas a mano: muchos de ellos murieron de agotamiento. Ambas posiciones cayeron, a costa de grandes bajas de los atacantes: las oleadas de vietnamitas caían ante las alambradas y sus compañeros los usaban para sobrepasarlas. Los franceses habían considerado la zona montañosa, que rodeaba la posición, como impenetrable: ante la evidencia de que la posición estaba perdida, ya que la artillería vietnamita era ilocalizable al estar literalmente enterrada, el comandante francés de artillería se suicidó esa misma noche. Su muerte no fue comunicada a la tropa para evitar la desmoralización.
Los franceses respondieron con el envío de más paracaidistas, pero fueron atacados por fuego antiaéreo, otra sorpresa, ya que hasta entonces se consideraba al vietminh como pobremente armado. Debido al cerco total de la fortificación, el suministro aéreo era vital, por lo que Giap se centró en la captura de los dos aeropuertos. Se decidió realizar un cerco al estilo tradicional, bombardeando los aeropuertos y construyendo trincheras que les aproximase a las fortificaciones antes de realizar costosos asaltos de infantería. Tras cinco días de combates entre el 18 y el 23 de marzo se completó la conquista del primer aeropuerto. El último avión en aterrizar en la pista restante lo hizo el día 28, pero fue destruido. Ese mismo día los franceses respondieron con una ofensiva contra las posiciones antiaéreas en las colinas: tras capturar dos tuvieron que evacuarlas ante la carencia de refuerzos. Ese mismo mes el último aeropuerto caía en manos vietnamitas.
Ahora los suministros eran lanzados directamente en paracaídas, buena parte de los cuales aterrizaban en la zona contralada por el Vietminh. Giap había ganado la batalla al llegar a este punto, siendo los combates posteriores según sus palabras como "el lento desangrar del elefante caído". Durante la última semana de abril el monzón anual llegó, impidiendo cualquier tipo de ayuda aérea. Las trincheras se convirtieron en barrizales y los búnkers se inundaron. Los últimos refuerzos lanzados en paracaídas entre el 14 de marzo y el 6 de mayo (4.306 soldados) no pudieron sustituir a las pérdidas (5.500 hombres) acaecidas entre esas dos fechas.
Los franceses sabían que la derrota era inminenete, pero necesitaban conservar la posición hasta el inicio de la Conferencia de Ginebra, que comenzaría el 26 de abril. La última ofensiva francesa tuvo lugar el 4 de mayo pero fue ineficaz. Una fuerza expedicionaria que intentó llegar hasta la posición fue obligada a dar media vuelta cuando aún le quedaban cientos de kilómetros para alcanzar la posición. El Vietminh lanzó el ataque definitivo entre el 6 y el 7 de mayo de 1954 mediante un asalto frontal.
Finalmente los franceses tuvieron 2.293 muertos de los 20.000 que componían la guarnición. Los vietnamitas tuvieron 7.900 muertos y 15.000 heridos, casi la mitad de la fuerza atacante.
Los prisioneros hechos fueron un tercio del total de toda la guerra. Algunos murieron de hambre y enfermedades durante su detención. Muchos de ellos ni siquiera eran franceses: legionarios, senegaleses o vietnamitas.
La victoria significó el fin de la guerra con los acuerdos de Ginebra, que dividió Viet Nam en un norte bajo la autoridad de Ho Chi Minh y un sur con Bao Dai como emperador. Se preveían elecciones para reunificar las dos zonas dos años después, pero los Estados Unidos, que no firmaron los acuerdos sustituyeron a Bao Dai por Ngo Dinh Diem, quien rechazó los acuerdos de paz, instauró una dictadura y empezó a perseguir duramente a toda la oposición: budistas, caodaístas, comunistas... lo que desembocaría en 1958 en el reinicio de las hostilidades y la formación en 1960 del Frente Nacional de Liberación o FNL.
Giap intentó una táctica similar ante Khe Sanh en 1967, pero el gran poder aéreo estadounidense le impidió repetir la hazaña.
La batalla fue la primera del siglo XX en que una potencia colonial europea fue derrotada por fuerzas de liberación nacional mediante una táctica convencional.
Francia se convirtió en la segunda potencia europea derrotada en el siglo XX por fuerzas de liberación nacional mediante una táctica convencional, tras España que, en 1921, sufrió la derrota de Annual y la pérdida de entre 10.000 y 20.000 soldados a manos de los soldados rifeños de Abdelkrim.
"El hombre es a veces más generoso cuando tiene poco dinero que cuando tiene mucho, quizá por temor a descubrir su escasa fortuna".
Benjamin Franklin
Benjamin Franklin, nació en 1706, en Boston, político, científico y pensador estadounidense, fue una de las figuras políticas más importantes en la historia de los Estados Unidos. Adquirió celebridad por sus investigaciones en física experimental, sobre todo en el campo de la electricidad. Inventó el pararrayos. Desempeñó múltiples cargos, como el de miembro de la Asamblea de Pensilvania (1747), director de Comunicaciones de las Colonias (1753), representantes de las Colonias en Inglaterra (1757) y miembro del Congreso Continental (1775). Fue gobernador de Pensilvania. Muere en 1790.
La Segunda Guerra Mundial vivió una de sus últimas batallas en Europa, la derrota era inevitable para el III Reich, ya no le quedan aliados, apenas producen material bélico y las reservas de combustible están bajo mínimos. No hay casi nada de lo que fue la Kriegsmarine ni la Lutfwaffe. El ejército rojo se dirige hacia Berlín imparable y lo más rápido posible para capturar la mayor riqueza y tecnología posible. Hitler enajenado completamente ordena contraataques imposibles y misiones suicidas en la que se pierden miles de vidas alemanas. No obstante los alemanes luchan con todas sus fuerzas cegados por el fanatismo y conscientes de las ganas de venganza del ejército rojo.
- Guerra: II Guerra Mundial.
- Batalla: La Batalla de Berlín.
- Fecha: 16 de Abril de 1945 - 2 de Mayo de 1945.
- Lugar: Berlín, Alemania.
- Resultado: Victoria Soviética y fin de la guerra en Europa.
- Clave: Declive alemana, inferioridad en numero, armamento y suministros.
El intenso avance hacia Berlín por parte del ejercito rojo hacia ver la incapacidad alemana para frenarlo a pesar del empeño de sus hombres. Cada vez tropas menos experimentadas e incluso sin apenas entrenamiento eran incorporadas a las filas alemanas, la falta de recursos humanos en el ejercito alemán era visible. El 20 de Abril cumpleaños de Hitler, la artillería rusa alcanzaba Berlín. Hitler planteo otra de sus estrategias imposibles, según la cual se debería envolver al frente norte del ejército soviético algo que resultó imposible. Dos días mas tarde Hitler por fin comprendió que todo estaba perdido. Tropas alemanas y civiles que se encontraban al oeste de Berlín, decidieron entregarse a los estadounidenses con el fin de evitar caer en manos soviéticas. El día 24 Berlín estaba totalmente sitiada, era casi imposible salir de la ciudad para cualquier soldado o civil alemán.
Tanque aleman defendiendo la ciudad
Ya solo quedaba ocupar la ciudad, esta era defendida por todo tipo de hombres: ancianos y niños, desde las juventudes hitlerianas, hasta veteranos de la I Guerra Mundial, pasando por ancianos, policías, mujeres, divisiones aisladas de la Wehrmacht y unidades de las SS. Puntualizar que la Legión Azul española también estuvo representada incluso hasta el final de la batalla en el bunker del propio Hitler. La ciudad debía ser tomada casa por casa, aunque para facilitar las cosas se bombardeaban con artillería y aviación los edificios y se barrían las azoteas con ametralladoras. La lucha se desarrollaba principalmente en los edificios, las calles eran evitadas en la medida de lo posible, y el metro de Berlín se convirtió en la salvación para muchos civiles, aunque hubo alguna matanza. Hay alguna inundación de zonas del metro.
Reichstag en ruinas durante la batalla
El día 27 de Abril los alemanas solo conservaban el centro de la ciudad, y un día mas tarde los rusos llegaban hasta las cercanías del Reichstag cerca ya del bunker en el que se alojaba Hitler (donde pasó los últimos meses de la guerra), allí los combates seguirían la tónica de toda la batalla, cada edificio costaba vidas para ambos bandos y a medida que aumentaba la presión rusa a las fuerzas alemanas, estas más a fondo se empleaban. El día 29 de abril, los rusos comienzas a ocupar posiciones por del centro de Berlín. Hitler por su parte había mostrado su voluntad de no abandonar Berlín, algo a esas alturas imposible y se casa en el bunker con Eva Braun.
El ansia de las tropas rusas y la disputa de sus generales que dirigían diferentes frentes, por la gloria de la victoria ralentizan algo el avance soviético, el día 30 continúan los ataques, Hitler y su esposa antes de ser apresados se suicidan al igual que muchos generales alemanes en el bunker y sus cadáveres son quemados. Las tropas soviéticas alcanzan el Reichstag donde se libran fieros combates durante horas, la noche del 30 los soldados rusos consiguen izar una bandera en lo alto del edificio, pero la resistencia alemana continuaría hasta el día 2 de Mayo cuando cayeron las ultimas unidades defensoras que aun aguantaban en alguna sala aislada. El generalHans Krebs es enviado para negociar una rendición, pero los soviéticos tan solo aceptan una rendición incondicional.
Bnadera sovietica ondeando en lo alto del Reichstag
Con todo perdido la mayoría de defensores de Berlín a los que se les unieron varios miles de civiles, intentan huir para rendirse en zona americana pero, la mayoría de ellos son abatidos o capturados. Tan sólo logran llegar unos pocos cientos a su objetivo. El día 2 de madrugada los rusos asaltan la Cancillería del Reich y ese mismo día a las 8:45 horas se acepta la rendición alemana de Berlín aunque no seria hasta el 8 de Mayo cuando el alto mando alemán se rinde de manera incondicional en todos los frentes. La II Guerra Mundial que había supuesto el mayor desastre de la historia de Europa había llegado a su fin.
Tras la batalla los soldados soviéticos se dedicaron a calmar sus ansias de venganza por el trato sufrido por las fuerzas alemanas en el frente del este, y más de 100.000 mujeres y niñas fueron violadas, muchas de ellas repetidas veces, llegándose a suicidar el 10% de ellas. Durante la guerra se estima que en torno a 2.000.000 de mujeres alemanas fueron agredidas sexualmente.
Niños reclutados para la defensa de Berlin
Periódico americano informando de la muerte de Hitler
Bandera soviética ondeando en las calles de Berlin
Mujer alemana recibiendo instrucción
Civiles reclutados para la batalla
Ultima imagen conocida de Hitler condecorando a unos niños por sus méritos en combate
La construcción del Kursk comenzó en Severodvinsk, cerca de Arkhangelsk, en 1992. Fue botado en 1994 y formalmente asignado en diciembre de ese año. La nave fue bautizada por un sacerdoteortodoxo en 1995.
El Kursk fue la última nave de la clase de submarinos Oscar-II, que fue diseñada y aprobada por la Unión Soviética. Con sus 155 metros de largo y sus 4 pisos de alto, fue uno de los submarinos de ataque más grande jamás construido. La clase a la que pertenecía este submarino fue calificada como insumergible (si esta palabra tiene aplicación en un submarino), gracias a su doble casco. El casco externo hecho de acero al cromoníquel de 8,5 milímetros de grosor, con una excepcional resistencia a la corrosión.
Formaba parte de la flota naval del norte rusa. La flota había experimentado recortes financieros por la falta de fondos en 1990. Muchos submarinos habían sido traídos desde los muelles en el Mar de Barents y habían sido abandonados para oxidarse. Todos excepto el equipo más esencial de primera línea, incluyendo el equipo de búsqueda y rescate, fueron inadecuadamente inspeccionados. Sin embargo el fin de la década representó el resurgimiento de la flota. En 1999 el Kursk había llevado a cabo una exitosa misión de reconocimiento cuyo principal objetivo era el espionaje a la Sexta Flota de la Marina de los Estados Unidos durante la guerra de Kosovo. El ejercicio de entrenamiento de agosto de 2000, debía ser el ejercicio de entrenamiento más grande de verano desde la disolución de la Unión Soviética diez años antes, involucrando cuatro submarinos de ataque y el buque insignia de la flota Pyotr Velikiy ("Pedro el Grande") entre una flotilla de barcos más pequeños.
La misión empezó realmente el 12 de agosto de 2000 por la mañana. Como parte del ejercicio, el Kursk tenía que disparar dos torpedos sin explosivo a un crucero de batalla de la clase Kirov. A las 11:28 hora local (7:28 UTC), algo de peróxido de prueba (HTP), una forma muy concentrada de peróxido de hidrógeno usado como propelente para el torpedo, se filtró a través de la herrumbre en la carcasa del torpedo. El HTP reaccionó con cobre y latón en el tubo desde el que se disparó el torpedo, causando una reacción en cadena que ocasionó una explosión.
La compuerta estanca que separaba la sala de torpedos del resto del submarino se había dejado abierta antes del disparo. Aparentemente, esta era una práctica común, por causa del exceso de aire comprimido que era expulsado a la sala de torpedos cuando se disparaba un arma. La puerta abierta permitió a la onda expansiva propagarse a través de los dos primeros de los 9 compartimentos en el enorme submarino, probablemente matando 7 hombres en el primer compartimento y al menos hiriendo o desorientando a los 36 hombres del segundo compartimento.
Tras la primera explosión, debido a que el conducto de aire acondicionado era muy ligero, la onda expansiva se propagó a más compartimentos, incluyendo el puesto de mando, llenándolos de humo y llamas. Tras la explosión, se cree que el capitán intentó ordenar un soplado de emergencia, que hace que el submarino ascienda rápidamente a la superficie, pero el humo le venció. La boya de emergencia, diseñada para soltarse del submarino automáticamente cuando se detectan situaciones de emergencia como un cambio brusco de la presión o fuego, y que debía ayudar a los rescatadores a encontrar el submarino siniestrado, no se desplegó. Había resultado que en el verano anterior, en una misión en el Mediterráneo, los temores de que la boya se desplegara revelando por tanto la posición del submarino a la flota estadounidense, llevaron a desactivarla.
Dos minutos y quince segundos después de la explosión inicial, tuvo lugar una explosión mucho más grande. La información sismográfica de las estaciones a lo largo del norte de Europa muestran que la explosión ocurrió a la misma profundidad que el fondo marino, sugiriendo que el submarino había colisionado con el fondo marino, lo que unido a las crecientes temperaturas debidas a la explosión inicial, ocasionaron la explosión de más torpedos. La segunda explosión fue equivalente a entre 5 y 7 toneladas de TNT, o alrededor de media docena de cabezas de torpedos y midió 3,5 en la escala de Richter. Tras la segunda explosión, los reactores nucleares se desactivaron para evitar un desastre nuclear, a pesar de que la onda expansiva fue suficiente para casi destruir los reactores.
La segunda explosión abrió un agujero de 2 m² en el casco del navío, que había sido diseñado para soportar profundidades de 1 kilómetro. La explosión también dejó abiertos el tercer y el cuarto compartimento. El agua entró en estos compartimentos a razón de 90.000 litros por segundo, matando a todos los que se encontraban en su interior, incluyendo 5 oficiales de los cuarteles de la séptima división. El quinto compartimento contenía los reactores nucleares del submarino, protegidos por 13 cm de acero. La mampara del quinto compartimento resistió la explosión, haciendo que las barras de control nucleares se mantuvieran en su lugar evitando un desastre nuclear. Los expertos occidentales han expresado su admiración por el nivel de la ingeniería rusa al crear un submarino que soportó tanto.
Memorial "A los marineros, fallecidos en tiempo de paz", construido en Murmansk. incluye partes de la vela del K-141 "Kursk".
La Armada rusa intentó mantener en secreto inicialmente la tragedia, sin embargo, a medida que pasaban los días, los familiares de los marinos y oficiales del Kursk empezaron a presionar públicamente por la suerte de sus seres queridos y esto llevó finalmente a la Armada a solicitar ayuda extranjera para intentar rescatar a los supervivientes. Ya habían pasado 16 días después de la tragedia. Finalmente se reconoció que en el Kursk había ocurrido una calamidad.
Llegaron equipos en gabarras desde Inglaterra y Noruega hacia la zona del desastre. Inicialmente se llegó a pensar que en la zona trasera del submarino podría haber supervivientes, pero al hacer las pruebas en las compuertas, se reveló que su interior estaba inundado.
Pese a intentos de rescate hechos por equipos británicos y noruegos, todos los marineros y oficiales a bordo del Kursk fallecieron. Las primeras investigaciones sugirieron que la mayor parte del equipo habría muerto unos minutos después de la explosión. Sin embargo, otras investigaciones demuestran que muchos supervivientes se refugiaron en la parte trasera del barco 4 horas después del accidente.
Una de las notas halladas.
Tras reflotar parte de los restos del submarino el 8 de octubre de 2001[1] fueron recuperadas tres notas de los supervivientes, solo dos fueron hechas públicas y no en su totalidad.
Las notas dejadas por los supervivientes de la parte trasera demuestran que al menos 16 de ellos se refugiaron en las partes estancas traseras, pero a medida que el agua subía, un incendio se declaró en el interior y murieron asfixiados. Esto es lo que escribieron ellos en esas notas: “13.15. Todos los tripulantes de los compartimentos sexto, séptimo y octavo pasaron al noveno. Hay 23 personas aquí. Tomamos esta decisión como consecuencia del accidente. Ninguno de nosotros puede subir a la superficie. Escribo a ciegas”. Estos tripulantes habrían logrado sobrevivir hasta 6 días después de la tragedia.
El Kursk fue reflotado por un equipo holandés de la empresa MAMMOET que usó la barcaza Giant4, y 115 de los 118 tripulantes muertos fueron recuperados.
Oficiales rusos negaron rotundamente que el submarino llevara ojivas nucleares.
Cuando el barco fue reflotado en 2001 se temía que, al mover la estructura, ésta explotara debido a los explosivos que aún se encontraban dentro. Los reactores de la nave fueron llevados a la bahía de Sayda, al norte de la península de Kola y desactivados en 2003.[2]
Se erigieron dos monumentos en honor a los marineros muertos en la tragedia: uno en Moscú y otro en la base Vidyaevo.
Uno de los episodios más citados de la Segunda Guerra Mundial es la muerte de Adolf Hitler el 30 de abril de 1945. Según la historia oficial, Hitler se habría suicidado junto con su esposa, Eva Braun, al llegarle las noticias de que los soviéticos estaban a metros del búnker en el que se refugiaba tras el incesante avance de los Aliados.
En abril de 1945, Hitler se trasladó al Führerbunker debajo de la Cancillería de Berlín, un complejo subterráneo de dos pisos y unas treinta habitaciones. Desde entonces, comenzó a recibir información de la derrota de sus generales, culpándolos de mentirosos, cobardes y traicioneros.
A medida que las noticias del derrumbamiento nazi llegaban al búnker, se dice que Hitler comenzó a desarrollar una aguda paranoia e histeria, mientras quemaba documentos y se preparaba para el final.
Se le dio permiso al personal para abandonar el refugio, la mayoría lo hizo, pero junto a Hitler quedaron algunos miembros del personal, Eva Braun, Joseph Goebbels junto a su familia entera, militares de la SS, Martin Bormann, y dos de las secretarias personales de Hitler.
El 28 de abril, tras las deserciones de Himmler y Göring, Hitler hizo redactar su testamento personal y político, dejando las últimas indicaciones y acusando a los judíos de todo lo ocasionado por última vez en su vida.
Antes de la medianoche, se casó con Eva Braun, en una ceremonia civil perpetuada a último momento dentro del búnker.
El 29 de abril, los rusos se encontraban a una milla de distancia del búnker, y la noticia de la ejecución de su aliado Mussolini en Italia llegó a oídos del Führer. Decidido ya quitarse la vida, dio las pastillas de cianuro que poseía primero a su perro Blondi, al que asesinó por envenenamiento. Después repartió pastillas a sus secretarias, para que hicieran lo mismo.
El 30 de abril de 1945, luego de un frugal almuerzo, Hitler y Eva Braun saludaron por última vez a Bormann, Goebbels, y otros militares que permanecían en búnker. Se retiraron a su habitación y se suicidaron.
A las 3:30 Bormann y Goebbels encontraron el cuerpo de Hitler cubierto de sangre en el sofá, producto del disparo de su escopeta, mientras que Eva Braun yacía muerta por envenenamiento.
El 9 de Abril de 1940, las fuerzas alemanas entran en Dinamarca y la invaden sin tener casi oposición por parte del ejército ni de la población civil. Fue una operación relativamente rápida que no supuso graves contratiempos para el ejército alemán. En ese momento se inicia una revuelta silenciosa que se organiza en forma de resistencia y que intenta luchar contra el invasor de diversas formas.
Una de las más curiosas fue la de ignorar por completo a los soldados alemanes. Se propusieron darles el mismo trato que si fueran fantasmas: Simulaban no verles, no les hablaban…etc. para mostrar así su rechazo hacia ellos. Un buen día, un soldado que hacía guardia en una garita que le cubría de cintura para abajo, advirtió que la gente que pasaba por delante de él sonreía. No era un saludo amistoso, sino el hecho que alguien había colocado un letrero donde se podía leer : “No llevo pantalones”.
La toma de Dinamarca estaba planificada dentro de la Operación Weserübung, en la que se pretendia tomar Noruega y Dinamarca.Esta operacion se iniciaria el 1 de marzo por orden de Hitler, pero será ejecutada el 9 de abril cuando los alemanes cruzaron la frontera danesa violando su neutralidad. La invasion de Dinamarca, fue motivada porquwe desde ella se podia invadir también Noruega y utilizarla como base para sus ataques aereos sobre Inglaterra y asegurar el suministro de hierro con Suecia.
Desde el 4 de abril había sospechas de que iba a haber una invasion sobre Dinamarca pero el gobierno no quiso movilizar sus tropas para que los alemanes no tomaran represalias.Un oficial aleman que era anti-nazi perteneciente al OKW, informó a los paises afectados, pero estos no hizieron caso. El 8 de abril los barcos alemanes empiezan a cruzar las aguas danesas. A las 4 de la madrugada del dia 9 el embajador alemán en Dinamarca, Renthe-Fink llamó al Ministro de Relaciones Exteriores danés Munch y pidió una entrevista urgente. Cuando se reunieron, veinte minutos después se le notificó a Munch que en aquel momento las tropas alemanas estaban entrando a su país. Se le dijo que se había hecho esto para proteger a Dinamarca de una invasión anglo-francesa y se le exigió que no ofrecieran resistencia y que se abriera el dialogo a las autoridades alemanas, amenazando con que de lo contrario se bombardearía Copenhague.
El General de Infantería Nikolaus von Falkenhorst estaba al mando de la 170ª y la 198ª Divisiones de Infantería alemanas. Se planeó que la 198ª División ocuparía Selandia y las islas del sur, así como Copenhague, al mismo tiempo que paracaidistas tomarían la fortaleza de Masnesø y un puente cercano. Por su parte la 170ª División y dos compañías Panzer, con 36 carros en total, atravesarían de sur a norte la costa este de Jutland. Otros cuerpos avanzarían de forma paralela por la costa norte de Jutland para asistir a los paracaidistas que estarían ocupando los aeropuertos. Como apoyo, avanzarían unos 70 Panzer, varios batallones de ametralladoras, artillería pesada y baterías antiaéreas, además de tres trenes blindados. La Luftwaffe proveió 10 escuadrones de cazas y 10 escuadrones de bombarderos, totalizando 250 aparatos.
Invasion por aire: A las 05:25 cazas alemanes ya habían llegado al aeródromo de Værløse, donde estaba toda la fuerza aérea danesa, que no era mucha. En ese momento los aviones estaban calentando, por lo que en cuestión de minutos se pudo neutralizar a toda la fuerza aérea de Dinamarca
A las 6:15 de la mañana del 9 de Abril de 1940, nueve Junkers 52 sobrevolaban el fortín costero danés de la isla de Masnedö. Unas figuras diminutas empezaron a caer de los aviones, segundos después, 100 paracaidas se abrían contra el plateado cielo del amanecer. Noventa y seis paracaidistas alemanes descendían flotando junto con una serie de cajas de metal con armas y munición extra. Así empezaba la primera operación de combate con paracaidas de la historia. Los centinelas del fortín se encontraron con pistolas alemanas apuntándoles la cabeza antes de que pudieran caer en la cuenta de que estaban en guerra. El resto de la guarnición del fuerte, sorprendido en pleno sueño, se rindió sin oponer resistencia.En un solo golpe y sin derramamiento de sangre, los alemanes se habían hecho con uno de los enlaces más importantes del reino danés. En una segunda operación aerotransportada en la misma mañana, un pelotón de paracaidistas de la Luftwaffe capturó dos bases aéreas estratégicas cerca de Aalborg, en la península danesa de Jutlandia. Una vez más la resistencia fue escasa. Pero antes de que esta desigual batalla se prolongase, varias formaciones de bombarderos Heinkel 111 y Dornier 17 pasaron rugiendo sobre la ciudad. No lanzaron ni una sola bomba, pero la clara conclusión de que la Luftwaffe podía fácilmente convertir a la hermosa Copenhague en otra Varsovia convenció al Rey de que la resistencia era inútil.
Fuentes : wikipedia, exordio, el gran capitan, mundoSGM.
Existen los grandes e infames nombres que siempre conformaron la cartografía del horror: Auschwitz, Dachau, Treblinka, Varsovia. Y luego viene el vasto e interminable universo de grandes, medianos o pequeños campos de concentración y guetos que formaron el corazón del régimen nazi. Ahora, un estudio elaborado por investigadores del Museo del Holocausto de Estados Unidos en Washington ha cifrado en 42.500 los centros de la tortura, el sufrimiento y la muerte pensados y puestos en marcha por los nazis.
El total es tan inmensamente superior al que se creía hasta ahora que puede que la historia del Holocausto esté a punto de ser reescrita. De hecho, el hallazgo realizado por Geoffrey Megargee y Martin Dean —principales responsables del proyecto— es de tal envergadura en los números que aporta que ha caído como una auténtica bomba entre los especialistas del horror nazi y la solución final.
Según Megargee y Dean, entre 15 y 20 millones de personas murieron o fueron prisioneras en algunas de las instalaciones que el régimen nazi creó en Alemania o en sus países ocupados desde Francia a Rumanía, y que ahora se identifican en una gran enciclopedia cuyo último volumen está previsto que vea la luz en 2025. Los lugares ahora documentados no solo incluyen centros de la muerte, sino también 30.000 campos de trabajo forzado, 1.150 guetos judíos, 980 campos de concentración, 1.000 campos de prisioneros de guerra, 500 burdeles repletos de esclavas sexuales para los militares alemanes y miles de otros campos cuyo uso era practicar la eutanasia en los ancianos y enfermos, practicar abortos y germanizar a los prisioneros.
Hartmut Berghoff, director del Instituto Histórico Alemán en Washington, explica que cuando el Museo del Holocausto comenzó esta meticulosa investigación, “se creía que el número de campos y guetos estaba en los 7.000”. Partes enteras de la Europa en guerra se convirtieron en agujeros negros de muerte, tortura y esclavismo con la creación de campos y guetos durante el reinado de brutalidad de Hitler entre 1933 y 1945. “Ahora sabemos cómo de densa fue esa red, a pesar de que muchos campos fueran pequeños y tuvieran una vida corta”, explica.
Partes enteras de la Europa en guerra se convirtieron en agujeros negros de muerte, tortura y esclavismo con la creación de campos y guetos durante el reinado de brutalidad de Hitler entre 1933 y 1945.
En un principio, los campos se construyeron para encerrar a los oponentes políticos del régimen, pero a medida que el nazismo se extendía como un cáncer por Europa, no solo se dio caza a los judíos sino también a gitanos, homosexuales, polacos, rusos, comunistas, republicanos españoles… Dependiendo de las necesidades de los nazis, los campos y los guetos variaban de tamaño y de organización, concluye el estudio.
El mayor gueto de triste fama es el de Varsovia, que durante su mayor ocupación albergó a 500.000 personas. El campo más pequeño identificado ahora por los investigadores del Museo del Holocausto tenía a una docena de personas realizando trabajos forzados en München-Schwabing (Alemania).
La investigación se ha alargado 13 años, a lo largo de los cuales las cifras del horror fueron creciendo sin parar a manos de los especialistas... hasta llegar a esos 42.500. El mapa que dibujan estos números ofrece una fotografía en la que literalmente no se podía ir a ningún lugar de Alemania sin encontrarse con un campo de trabajo o de concentración.
Durante años, muchos investigadores han centrado su trabajo en sacar a la luz a todas las víctimas del Holocausto, que muchos consideraban que era muy superior a la que se cita en los libros de texto. El número de judíos víctimas del nazismo se cifra en seis millones.
El hallazgo es un argumento más para combatir a los revisionistas y negacionistas del Holocausto
La investigación no solo abre la puerta a un nuevo capítulo de lo que la terminología nazi denominó la solución final, sino que posibilitará a los supervivientes del Holocausto presentar demandas o recuperar propiedades que les fueron robadas. Hasta la fecha, muchas peticiones a las compañías de seguro eran rechazadas porque las víctimas decían haber estado en un campo del que no se tenía registro. Eso acaba de cambiar. Aunque en opinión del profesor Berghoff, decir que la historia se va a reescribir sería “una exageración”. “La historia del Holocausto y su dimensión ya se conoce de sobra. Pero estamos sabiendo nuevos detalles, lo que es muy importante y deja los contornos mucho más claros”, apunta.
El trabajo ha recopilado documentación aportada por más de 400 investigadores e incluye también relatos de primera mano de las víctimas que describen con precisión cómo funcionaba el sistema y cuál era su propósito. Para algunos analistas, el hallazgo no solo es una herramienta fundamental para estudiosos y supervivientes sino un argumento más para combatir a los revisionistas y negacionistas del Holocausto.
El caso personal de Henry Greenbaum, superviviente del Holocausto, de 84 años y que vive a las afueras de Washington, queda recogido en la investigación del Museo. Es un claro ejemplo de la amplia variedad de sitios que los nazis utilizaron para aniquilar a los que consideraban enemigos de su doctrina. Greenbaum pasa hoy sus días mostrando el Museo del Holocausto a los visitantes. En su brazo está tatuado el número que el régimen le asignó: A188991. Su primera reclusión fue en el gueto de Starachowice (en su Polonia natal), donde los alemanes le encerraron a él y a su familia junto a otros habitantes judíos en 1940. Greenbaum tenía entonces 12 años.
Su familia fue enviada a morir en el campo de Treblinka, mientras él y su hermana fueron destinados a un campo de trabajos forzados. Su siguiente destino fue Auschwitz, de donde fue sacado para trabajar en una fábrica —también en Polonia— y después enviado a otro campo de trabajo en Flossenbürg, cerca de la frontera checa. Con 17 años, Henry Greenbaum había pasado por cinco encierros distintos e iba camino del sexto campo cuando fue liberado por los soldados norteamericanos en 1945.
La tristeza de esta historia, la del niño judío Richard Frenkel, de poco más de dos años, que fue deportado a Auschwitz completamente solo, no tiene fin. Su breve existencia es un pequeño ejemplo, uno entre millones, de la represión nazi. ABC publicaba ayer los resultados del estudio más amplio hecho sobre el Holocausto, que multiplica por tres las consecuencias de la criminal planificación que provocó entre 15 y 20 millones de víctimas. Los campos, guetos y lugares de detención, tortura y asesinato sumaron más de 42.000, según las nuevas estadísticas documentadas por el Museo Memorial del Holocausto de Washington.
Quien ha rescatado la historia de este niño y su familia del olvido es el Yad Vashem, el Lugar de los Nombres, el museo con una de las más difíciles misiones del mundo: mantener viva la memoria y los nombres de aquellos que el huracán de odio nazi trató de borrar. Richard Frenkel era un niño hermoso, que había nacido en un mundo en guerra, en 1940, de una pareja formada por Nissan Frenkel y Ester Horonczyk. En sus ojos brillaba una esperanza. En la página web de Yad Vashem hay una exposición online que ha reunido todas las pistas y fragmentos que su pequeña y valiosa vida dejó, siguiendo el destino de sus padres.
Vida nueva y truncada en París
La historia arranca en Polonio donde vivían los Horonczyk. A la muerte de la madre de Esther, decidieron probar una nueva vida y viajaron a París, donde fundaron una floreciente sastrería y ampliaron la familia. Sin embargo, allí les atropellaría la guerra. La represión los destrozó más allá de lo que nadie, y mucho menos ellos, hubiera podido imaginar.
De la gran familia Horonczyk, apenas se salvaron unas pocas vidas
En medio del torbellino de detenciones y deportaciones que siguieron a la invasión nazi de Francia, casi toda la familia acabó recluida en centros de detención y de tránsito como los de Drancy y Pithiviers. Centros que son solo dos de esos 42.500 documentados ahora por el nuevo estudio de Washington y desde donde tantos fueron conducidos a la muerte. Allí, en suelo francés, con mayor o menor rapidez, el destino fue cebándose con miles de vidas. De toda la amplia familia de los Horonczyk que había viajado a París, apenas se terminó salvando una de las tías de Richard, el niño de nuestra historia: se trata de Leah, la hermana de Esther, su hijo Raphael y su marido Solomon. Solo ellos.
Su padre, Nissan, murió junto a dos cuñados en Auschwitz
Solomon sí pudo escapar de Pithiviers, ponerse a salvo en un pequeño pueblo junto a su esposa e hijo y tener, después de la guerra otros dos hijos gemelos. No tuvo la misma suerte Nissan Frankel, el padre de Richard y esposo de Esther, quien vio interrumpida su feliz vida. En cuestión de semanas, Nissan fue deportado a Beaune-la-Rolande y de allí, en junio de 1942 a Auschwitz, donde fue asesinado, junto a dos de sus cuñados que viajaban en el mismo transporte.
La detención de Esther y Richard
Y llegó el día que detuvieron a Esther y a su hijo Richard de tan solo 2 años. Fue el 17 de julio de 1942, y toda la familia lo supo por Fanny Korman, una prima de Richard, de 6 años de edad, que fue corriendo a decirlo a casa de los Horonczyk. El abuelo, Shimon, bajó a la calle, nada más conocer la noticia y suplicó a los policías franceses que le detuviesen a él en lugar de a su nieto. Los agentes le espetaron que esperase unos días, que vendrían a por él. Y así fue. Trasladado a Pithiviers, y luego a Drancy, fue deportado a Sobibor, uno de los campos de la muerte, donde fue asesinado.
No es difícil imaginar la angustia de su madre, obligada a abandonarle
Esther y su hijo estuvieron poco tiempo juntos en Pithiviers. El 7 de agosto, ella fue obligada a subir a un infame vagón con destino al infierno de Auschwitz. No es difícil imaginar su angustia al ser forzada a abandonar a su hijo, con poco más de dos años. Completamente desamparado, Richard compartía su penoso destino con otros 1.800 niños cuyos padres habían salido ya amontonados como ganado en los trenes hacia las cámaras de gas. Asomarnos a la angustia de ese niño, y multiplicarlo por los otros 1.800 infantes que allí esperaban junto a él, hace que nuestra imaginación pise cristales.
Última carta, arrojada desde el tren
El Yad Vashem conserva un trozo de papel que Esther Frenkel alcanzó a arrojar desde el interior del vagón. Una cuartilla amarillenta escrita con lapiz y palabras caóticas, las más angustiosas palabras que una madre haya escrito jamás. Dice así:
Yad Vashem
La carta arrojada desde el tren
Queridos míos: ayer en el último minuto me llamaron para el traslado. Me han subido al tren. Y no sé que ha sido de mi Richard. Él está todavía en Pithiviers. ¡¡¡Salvad a mi niño, a mi bebé inocente!!! Cómo estará llorando. Nuestro sufrimiento no es nada. Salvad a mi Richard, a mi pequeño querido. Yo no puedo escribir. Mi corazón, mi Richard, mi vida, está lejos, y nadie le está protegiendo, a mi pequeño de dos años. ¡Morir, deprisa, oh niño mío! Devolvedme a mi Richard. Esther"
El tiempo debió pasar demasiado lento para el niño
Deprisa... tal vez sea la palabra. Pero el tiempo debió pasar demasiado lento para el niño, los días velados por las lágrimas, entre desconocidos, perdido en aquel lugar de un mundo en guerra. Hasta que llegó el 15 de agosto y Richard sufrió otra mudanza. De Pithiviers a Drancy. Allí otra vez la espera, sintiéndose de nuevo perdido, quien sabe si a lo mejor ajeno a su triste destino.
Deprisa el tiempo, demasiado deprisa, consumía su pequeña vida, ahogada en aquel mar violento. El 10 septiembre, unas pocas semanas, nada más, desde su llegada a Drancy, y sin que hubiera podido encontrar a nadie conocido, Richard Frenkel subió al tren que le llevaba a término.
Ya no tuvo ni una oportunidad al llegar a Auschwitz
Aquel fatídico transporte 31 llevaba a Auschwitz a mil personas. Amontonados en vagones de ganado después de mil penurias. Entre ellos, todos extraños y todos hermanos, viajaban 171 niños. Entre ellos, perdido, el pequeño Richard Frankel. Ya no tuvo ni una oportunidad. De todo el transporte solo 380 personas pasaron la selección que les concedería un epílogo mísero de esclavos. El resto fueron directamente a la cámara de gas.
Presa del terror, desnudo, desorientado, girando en la oscuridad de un odio incomprensible, buscando tal vez calor entre los famélicos cuerpos de cientos de extraños, en el sitio exacto en el que habían caído asesinados su padre, primero, y su madre, después; llegó allí, presa de la misma angustia, una angustia de plomo para un niño tan pequeño, cuando las duchas exhalaron su veneno y se llevaron su vida.
Captura del documental “Los soldados judíos de Hitler”. Werner Goldberg, el “soldado alemán ideal”.
Este es el soldado alemán Werner Goldberg. En el año 1939 la edición dominical de un periódico, el Berliner Tageblatt, lo describió como “El soldado alemán ideal” y su imagen se utilizó en una campaña de reclutamiento de la Wehrmacht. Sirvió en el ejército alemán hasta 1940, año en que fue expulsado a causa de su apellido Goldberg, pues Werner Goldberg, el soldado alemán ideal, era de origen judío.
Captura del documental “Los soldados judíos de Hitler”. Werner Goldberg brindando su testimonio.
Goldberg? Ese nombre… tu eres ario? [me preguntaron] No sé lo que es. Te digo que te levantes, ¡tú no eres ario! Y yo [contesté]: tendré que preguntarle a mi padre.
Werner Goldberg recibió una educación luterana, no descubrió que su padre era judío hasta que el director de la escuela, miembro del partido nazi, entró a su clase y separó a los alumnos judíos de los arios.
[i Fui a casa y le pregunté a mi padre que era ario y que no era ario y todo eso, y él me dijo que sí, que nuestra familia era judía. Y le dije, tú no eres judío, y me dijo no, yo soy cristiano, me hice cristiano en 1902. Pero nunca hablábamos de eso, hablábamos de la historia judía y del antiguo testamento, pero claro eso era común con el cristianismo, pero nunca hablamos de la raza, de que raza íbamos a hablar?, éramos todos alemanes.[/i]
Ya en la adolescencia, Werner Goldberg no quiso unirse a las Juventudes Hitlerianas porque tenía que llevar una gorra y brazalete con la esvástica.
Estaba en los boy scouts, y en ellos funcionaba las Juventudes Hitlerianas. Un día me dijeron que tenía que ponerme la esvástica, yo dije que no, y entonces me dijeron que me tenía que ir.
Inevitablemente iniciada la guerra, Werner Goldberg formaba parte de la Wehrmacht; y como costumbre generalizada se hizo tomar una fotografía de estudio vistiendo el uniforme. Nada habría sido fuera de lo común si aquella fotografía suya no hubiera aparecido en un periódico de Berlín. El fotógrafo de su unidad militar había vendido aquella imagen.
Pensé que sería imposible que el fotógrafo vendiera mi foto para aquello, pero que podía hacer yo, tuve que dejarle hacerlo.
Con la guerra marchando al ritmo que imponía Alemania, en 1940 se solucionaron todas aquellas lagunas jurídicas que permitían a los mitad judíos servir en el ejército, lo cual significó licenciar a muchos de ellos. Pero a Werner Goldberg se le ofreció la oportunidad de permanecer en la Wehrmacht.
Sí, pero puedes quedarte si quieres me dijeron; entonces me acordé de las palabras de mi padre cuando decía: si nadie te quiere en un sitio, no te quedes ahí. Así que escuché la voz de mi padre y me fui.
Ya en la vulnerable vida civil, Werner Goldberg tuvo que rescatar a su padre hasta en tres ocasiones de la Gestapo.
Dos agentes de las SS cogieron a mi padre en el tranvía y se lo llevaron en una ambulancia que decía ‘Ambulancia de las SS’. Yo les dije que quería ver a mi padre, pero me contestaron que era imposible, que era prisionero de la Gestapo.
En Nochebuena, cuando todos los guardias estaban en una fiesta, Goldberg rescató a su padre de un hospital alemán que servía a la vez como centro de detención.
Resulta que ahí no había nadie, solamente una monja, y yo le dije me voy a llevar a mi padre, es posible? Bueno, usted verá [contestó]. Y lo metí a un taxi y me lo llevé a casa.
En abril de 1943, para celebrar el cumpleaños de Hitler, los líderes alemanes decidieron hacerle un regalo y liberar a Berlín de todas las personas con ascendencia judía que aun vivían en esta ciudad. El padre de Werner Goldberg volvió a ser arrestado y conducido al centro de detención de judíos ubicado en la avenida Rosenstrasse. Las familias de los detenidos se concentraron en el parque del otro lado de la calle a la espera de noticias de sus allegados, esta se consideró después la primera protesta que se hizo jamás durante el régimen nacionalsocialista.
“Una mañana en la que estaba yo ahí, me acerqué a un coche abierto de las SS, y en el asiento delantero iba un antiguo compañero de mi clase, me acerqué al cordón policial y le tomé del brazo y le dije: Gerhard gracias a Dios estas aquí. Qué pasa? -me dijo-; mi padre está aquí le contesté, me dijo que estaba de suerte porque él era el jefe ahí. Me dio su tarjeta y me dijo que le llamara por la noche. No puedo irme de aquí le dije yo, y me contestó que sí, que me fuera y que le llamara por la noche. Aquella noche le llamé y me dijo por teléfono que mi padre regresaría muy pronto a casa, y a la mañana siguiente ahí estaba”.
A excepción de su padre, toda la familia de Werner Goldberg pereció en el Holocausto. Tras la guerra, Goldberg intentó ayudar a sus vecinos en el nuevo periodo en que entraba Alemania; contribuyó a la reconstrucción de su barrio en Berlín, organizó un comedor popular con la comida que hurtaba al ejército soviético e incluso creó un cuerpo de bomberos. Más tarde participó activamente en la política alemana, luchando por la democracia y los derechos de las minorías. Llegó a ser concejal y fundó su propio partido político. Fue uno de los primeros impulsores de las leyes que proporcionaban reparaciones a los judíos y a otras comunidades que habían sufrido a manos del régimen nacionalsocialista.
Hasta su muerte en el año 2004, Werner Goldberg trabajó para potenciar la democracia en Alemania. Teniendo en cuenta todo lo que consiguió, tal vez sí que fuera el soldado alemán ideal.
Captura del documental “Los soldados judíos de Hitler”.
Fuente de la información e imágenes: “Los soldados judíos de Hitler”. IBA, 2006. Transmitido por History Channel.