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martes, 19 de febrero de 2013

Gerhard Barkhorn y el hijo de la chica rusa

Gerhard Barkhorn fue uno de las pilotos de la Luftwaffe más destacado durante la Segunda Guerra Mundial. Durante las 1104 misiones que realizó, derribó 301 aviones aliados. En todas esas misiones también fue derribado 9 veces, tuvo que saltar de su avión 1 vez y fue herido otras 3. En una ocasión, en el frente ruso, Gerhard se encontraba luchando contra un piloto soviético. Hace una maniobra magistral, se logra colocar detrás del contrincante y le lanza una ráfaga que acierta de lleno, logrando incendiar el aparto enemigo. Al ver esto, Gerhard acelera hasta ponerse a la altura de su oponente y le indica con la mano que salte en paracaídas. El piloto ruso, le hace caso, salta y llega ileso a tierra. Cuando aterriza, su amigo y gran piloto Erich Hartmann le pregunta porqué no acabó con el piloto, a lo que Gerhard le responde: “Bubi (éste era el apodo de Hartmann), debes recordar que un día ese piloto fue hijo de una chica rusa. Él tiene el mismo derecho que nosotros a vivir y a amar”.
Barkhorn

jueves, 7 de febrero de 2013

Stalingrado: Operación Hubertus

El 8 de Noviembre, Hitler en su discurso de la Bürgerbräukeller sentencio que el 90% de Stalingrado era alemana y que las pequeñas islas de resistencia que quedaban seria tomadas por pequeñas unidades de asalto.
Estos pequeños focos de resistencia se concentraban en partes de la fábrica Octubre Rojo defendida por la 39 División de Infantería Rusa junto con unidades de la 284 División de Fusileros.
También resistían fuertemente unidades destrozadas de la 138 y 308 División de infantería y 244 División de rifles en la fábrica de municiones Krasnaya Barrikady.

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Foto escaneada de Stalingrado - El cerco infernal de Stephen Walsh

También se resistía en la fábrica de productos químicos Lazur con una amalgama de unidades de la 284 División de Rifles, la 9 Brigada Mecanizada y el 38 de Rifles.

Los alemanes llevaban luchando semanas, las Divisiones de infantería 71,76,79,94,100,305 y 389 y las Divisiones Panzer 14,16 y 24 no conseguían terminar de reducir los últimos focos de resistencia.
Por otro lado el 2 de Noviembre el General Schmidt informo que la 79,94 y 305 División de Infantería ya no tenía capacidad para el ataque debido al alto número de bajas sufrido.

Por estas razones Hitler, acuerda el 2 de Noviembre enviar batallones de zapadores a Stalingrado por la propuesta del General Zeitler y el General de la Luftwaffe von Richthofen, de ahí que en su discurso del 8 de Noviembre se refiera a pequeñas unidades de asalto para tomar el resto de Stalingrado.

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Foto escaneada de Stalingrado - El cerco infernal de Stephen Walsh

¿Por qué se decide a enviar a los zapadores y no a una División de infantería de refresco?
La respuesta es clara, los zapadores alemanes tienen una alta reputación y dicen ser los mejores en su trabajo, están altamente capacitados para la lucha callejera en la que las divisiones de infantería se habían atascado por no estar entrenadas en ese tipo combate.
En cuanto a llevar una división de infantería, no había ninguna, solo la 334 División de infantería pudo ser enviada pero se estaba re-constituyendo en Grafenwör, Alemania y después se envió a África.

De este modo el General de Artillería Seydlitz-Kurzbach propuso la siguiente idea para el ataque:
Se llevara un ataque frontal a orillas del Volga en la zona de la 295 División de Infantería Alemana para atacar en la Fabrica Octubre Rojo y al mismo tiempo atacar la Fabrica Lazur por los Kampfgruppe "Scheele" y Kampfgruppe “ Seydel “
Rápidamente los oficiales alemanes se dieron cuenta de que sería un suicidio y se retira ese plan.

Factoria Octubre Rojo
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http://www.flamesofwar.com/Default.aspx?tabid=112&art_id=1605&kb_cat_id=34

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http://www.clanblackwater.es/Foro/viewtopic.php?f=27&t=171


El 5 de Noviembre el General von Sodenstern expuso la idea de atacar la zona oriental de la fábrica de acero y la fábrica de armas y después acometer el asalto a los restos de resistencia de la fábrica Lazur.
Cuando Paulus presento esta idea a Hitler, este la acepto de inmediato y ordeno que debiera ser ejecutada cuanto antes.

El plan de ataque se completo con la orden de que toda la zona de resistencia de la Fabrica Roja debía ser atacada con todas las fuerzas disponibles de forma simultánea.

La 305 División de Infantería reforzada por los zapadores junto con unidades de la 389 División de Infantería atacarían con un golpe de mano el flanco izquierdo para llegar a las orillas del Volga.
La 71,295 y 100 División de Infantería junto con el Kampfgruppe “ Schwerin” llevarían ataques de distracción para confundir al enemigo sobre la verdadera dimensión del ataque.
Después de ese primer asalto, se deberia atacar la Fabrica Lazur hasta tomarla por completo.

Para llevar a cabo esta operación se nombra al Mayor Linden, reputado oficial de zapadores por sus operaciones en el Dniéper y Kalatsch.

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http://www.flamesofwar.com/Default.aspx?tabid=112&art_id=1605&kb_cat_id=34

Se le pone al mando de la siguiente fuerza de asalto:

- 50 Batallón de Zapadores al mando del Hauptmann Gast de la 22 División Panzer.
- 162 Batallón de Zapadores al mando del Hauptmann Kruger de la 62 División de Infantería.
- 294 Batallón de Zapadores al mando del Hauptmann Weimann de la 294 División de Infantería.
- 305 Batallón de Zapadores al mando del Hauptmann Traub de la 305 División de Infantería.
- 336 Batallón de Zapadores al mando del Hauptmann Lund de la 336 División de Infantería
- 41 y 45 Batallones de Zapadores adscritos al regimiento de Linden.
Además se une el 389 Batallón de Zapadores que llevaba días luchando en esa zona al mando del Hauptmann Pfitzner.

Calculan una duración de 6 a 8 días para completar la operación.

Sobre el papel, unos 4800 hombres tomaran parte en el ataque, pero realmente este es el estado de estos batallones:
- 50 Batallón de Zapadores: Una tercera parte fue enviada a Alemania para unirse a la 22 División Panzer.
- 41 y 45 Batallones de Zapadores: Había sufrido muchas bajas al cruzar anteriormente el Don, en la lucha por el silo de grano y la estación de ferrocarril sur.
- 162 Batallón de Zapadores: Fue compuesto por resto de otras unidades.

Por lo que realmente el grupo de ataque estaba formado por 1753 hombres, una cifra muy lejos de los 4800 hombres que aseguraba el alto mando alemán.

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http://www.clanblackwater.es/Foro/viewtopic.php?f=27&t=171

Antes de planear el ataque, el mayor Linden examino el campo de batalla. Quedo sorprendido ante lo que vio, montones de escombros, edificios arrasados, placas de acero colgando de los techos todavía en pie, gigantesco agujeros de obuses, montones de cañones sin terminar, maquinas y aparatos destruidos.

Donde no había este tipo de material el suelo estaba inundado de cráteres de bomba y levantada por las explosiones. Todo este caos estaba lleno de búnkeres, fortificaciones y nidos de ametralladora. Un “ nido de serpientes “ como lo describiría Linden.

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http://mundosgm.com/frente-oriental-(1941-1945)/fotografias-de-stalingrado/120/

Después de este reconocimiento, Linden expuso a Seydlitz-Kurzbach que sería un suicidio atacar al mismo tiempo todas las posiciones y que era mejor atacar una a una estas posiciones.
De este modo Seydlitz-Kurzbach dividió la operación en dos fases, “ Schwerin I y II “

Planeo que el Kampfgruppe “ Schwerin” al que se le unirían batallones de zapadores, atacarían el 13 de Noviembre la fábrica de acero y la fábrica de armas. El 20 de Noviembre habría un segundo ataque para tomar el depósito de combustible de la fábrica Octubre Rojo y la totalidad de la fábrica.

Linden quería que sus zapadores destruyesen los puntos vitales de la defensa rusa como búnkeres y casas fortificadas mientras las demás tropas les cubrían el asalto.
Lo que pretendía era concentrar estos ataques en las zonas más estrechas para aprovecharse de la potencia de fuego de sus zapadores. Las unidades rusas serian castigadas también por el aire. Así mientras los rusos corrían a protegerse aprovecharían para reducir cada reducto poco a poco.

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Foto escaneada de Stalingrado - El cerco infernal de Stephen Walsh

El asalto estaría predicho por descargas de artillería con una antelación de 50 metros sobre los zapadores para así coger en medio de la confusión a los rusos.
También dispondrían de la posibilidad de solicitar ataques aéreos para destruir blancos claves en caso de ser necesarios.

Así, todo estaba preparado para el inicio de Hubertus……….


La petición de Von Richthofen de transferir algunos batallones de zapadores al VI Ejército se puso rápidamente en movimiento. Oficialmente petición fue aprobada el 2 de noviembre. Tanto el Grupo de Ejércitos B como el VI Ejército esperaron ansiosos la respuesta para poder aliviar a la 60.ª División de infantería e insertar dos regimientos de la 29.ª División de infantería en el plan de ataque, ya que no se hacían ilusiones de que sólo las tropas de zapadores pudieran solventar el problema en Stalingrado.

Paulus necesitaba incorporar los batallones de zapadores en su plan de ataque, para potenciar sus habilidades en combate. Para ello decidió reunirse con el hombre que se encargaría de llevar a cabo su despliegue, el general von Seydlitz. Paulus voló al aeródromo de Gumrak para reunirse con el general de artillería en su cuartel general el 3 de noviembre, aterrizando su Storch a las 09:15h. la opinión de Seydlitz era que sólo era posible alcanzar los objetivos en Stalingrado empleando cuatro batallones de granaderos de la 29.ª División de infantería, y los cinco batallones de zapadores que estaban disponibles.
Para tener una mejor perspectiva del uso de los zapadores en el combate de la ciudad, fueron convocados el Armeepionierführer, Oberst Selle, y el Korpspionierführer del LI Cuerpo de Ejército, Major Romeis, que se unieron a la reunión a las 10:45h. Como los zapadores no disponían de armas pesadas, no podían tomar parte en las misiones de un batallón de infantería, y sólo podían afrontar sus objetivos si eran incorporados dentro del marco de la infantería, que les daría soporte.
A las 11:45h Paulus finalizó la reunión.

Mientras, el general von Sodenstern, jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos B, llamó a su homólogo del VI Ejército, el general Schmidt, para comunicarle que finalmente no podría contar con la 29.ª División de infantería por orden del OKH. Schmidt, contestó a Sodenstern que en esos momentos, Paulus estaba discutiendo el asunto con el general von Seydlitz y que en ningún caso, los batallones de zapadores eran un sustituto de la infantería, porque eran especialistas. Que eran sólo expertos en destruir búnkeres y otros objetos de mayor tamaño, como bloques de casas... pero que sin embargo, carecían del poder de la infantería.

El rendimiento de los zapadores había impresionado a von Richthofen durante el asalto a la fábrica de tractores el 14 y 15 de octubre, y esa fue la razón por la que sugirió el empleo de más batallones de zapadores, pero Schmidt le respondió a Sodenstern que sólo una vez, durante los combates por la parte septentrional de Stalingrado, el Ejército tuvo un éxito total en la operación contra la fábrica de tractores, y que fue debido a que dispuso de suficiente infantería para seguir desde atrás a las puntas de lanza de los zapadores y granaderos blindados.
Schmidt subrayó que un ataque sin la subordinación de las fuerzas de la 29.ª División de infantería se trataría sólo de un intento. Sin embargo, declaró que sería todo lo posible para explotar las posibilidades de sexito y que aparte de los batallones de zapadores, se contaría con un regimiento (dos batallones) cada uno de las 295.ª División de infantería y la 100.ª División de cazadores, un batallón de la 79.ª División de infantería y tres compañías de asalto (de la 44.ª División de infantería, 24.ª y 14.ª Divisiones blindadas). Schmidt concluyó diciendo que el VI Ejército retiraría todos los morteros e infantería dispensable de la línea de frente y los concentraría para el ataque.
El general Sodenstern llamó inmediatamente al cuartel de Hitler y expuso el caso, pero Hitler volvió a rechazar el traslado de esas unidades de la 29.ª División de infantería. A las 11:00h, Sodenstern llamó de nuevo a Schmidt y le comunicó la negativa de Hitler. Pero Schmidt no se rindió y alegó que si se iban a emplear los zapadores, sin duda daría buen resultado, pero eso no debería ser la conclusión definitiva, ya que se necesitaba de la fuerza de la infantería para allanar el camino a los zapadores y después hacerse cargo de la defensa.
Sodenstern no parecía ser muy comprensivo con la situación del Ejército y entendió que su solicitud era demasiado pretenciosa al afirmar que el LI Cuerpo de Ejército había hecho solo la propuesta, y entonces el VI Ejército dijo que lo más importante era recibir los regimientos de granaderos blindados de la 29.ª División de infantería, y entonces, cuando se vislumbró la posibilidad de recibir los batallones de zapadores, entonces el VI Ejército exigió los dos.
Schmidt se defendió, y contestó que las bajas de los últimos días apuntaban que la 79.ª División de infantería estaba agotada y que los batallones de zapadores no serían lo suficientemente fuertes, a lo que Sodenstern contestó que no podía satisfacer sus esperanzas en relación a la 29.ª División de infantería y que de todas formas, la valoración del VI Ejército sería presentada al OKH.
-"¿Cuál es su programa, entonces?", preguntó Sodenstern, a lo que Schmidt contestó que no podrían comenzar antes del nueve o diez de noviembre, y a continuación, Schmidt indicó los planes del VI Ejército:
"El general von Seydlitz ha expresado la siguiente opinión respecto a la empresa: si sólo están disponibles los cincos nuevos batallones de zapadores, entonces es mejor atacar al enemigo por los flancos; primero de todo, la 295.ª División de infantería debe ganar la orilla del Volga en el sur y entonces se lanzará un ataque hacia el sur de la factoría de acero. Sin embargo, es muy posible que el Führer orden que la fábrica química sea tomada primero con las nuevas fuerzas. En nuestra opinión, es igualmente importante; quizás porque si uno mantiene la fábrica química, entonces el resto puede ser tomado el próximo mes. La situación entonces sería similar que en el sur de Stalingrado, donde por lo general se mantiene el Volga, salvo por algunas pequeñas cabezas de puente."
Ahora que el VI Ejército sabía que iba a recibir los cinco batallones de zapadores, los preparativos para recibirlos se aplicaron rápidamente. A las 11:35h, el general Schmidt envió una orden escrita para asegurar la llegada de los tres primeros batallones. Se podía leer en el párrafo inicial:
"Pi.Btle.45 (mot.), 50 (de la 22.ª Pz.D.) y 162 (de la 62.ª I.D.) serán integrados en el VI Ejército durante el transcurso del día y serán tácticamente subordinados al LI Cuerpo de Ejército una vez lleguen a Kalach."

Los destinatarios de la orden incluían al LI Cuerpo de Ejército, los tres comandantes de los batallones de zapadores, el Oberst Hans Mikosch y el Oberst Selle. Se ordenó a los comandantes de los tres batallones de zapadores contactar inmediatamente por teléfono con el cuartel del LI Cuerpo de Ejército.
La responsabilidad principal del Oberst Mikosch era alojar a los aproximadamente 1.4000 hombres de esos tres batallones. Tendrían cabida en el alojamiento en la escuela de pioneros del ejército en Kumenka, Pyatizbyansky y Malo-Luchka, tres pequeños pueblos a orillas del Don al sur de Kalach. En caso necesario, el pueblo de Kamyshevski al norte de la estepa de Kalach podría ser usado también. Al Oberst Mikosch se le concedió plena autoridad para proveer de alojamiento a los batallones de zapadores. Se informaría de la llegada de los batallones al VI Ejército y al LI Cuerpo de Ejército. Una vez que los batallones estuvieran listos para ser enviados a Stalingrado, el Oberst Mikosch era el responsable de moverlos desde el este, garantizando un cruce sin problemas sobre el puente del Don, siempre con tráfico, cerca de Kalach. Se les daría prioridad a los zapadores –el resto del tráfico retrocedería. Para ayudarle en el cumplimiento de esta tarea, se le dio a Mikosch la autoridad competente par tomar decisiones sobre el comandante de la ciudad de Kalach.
El Armeepionierführer Oberst Selle era responsable de la reposición del equipamiento de los zapadores, como los lanzallamas. Los batallones de zapadores se dirigieron a la central de abastecimiento del ejército cerca de la estación ferroviaria de Chir, para recoger raciones, munición y combustible. En la escuela de pioneros del ejército, los comandantes de batallón y compañía recibieron mapas y fotos aéreas de su zona de operaciones.
A las 11:30h el general Sodenstern hizo una llamada al general Schmidt para confirmarle de modo definitivo que el OKH había rechazado finalmente transferir las unidades de la 29.ª División de infantería al VI Ejército. Esta orden privó al VI Ejército de cualquier oportunidad de éxito. A pesar de los convincentes argumentos del general Schmidt de que el VI Ejército no obtendría una completa victoria sin los refuerzos de los batallones de infantería, no recibió refuerzos de infantería. Ahora el asunto era saber donde colocar los batallones de zapadores. El general Sodenstern le transmitió a Schmidt:
"El Grupo de Ejércitos B es de la opinión de que los batallones de zapadores debería ser utilizados primero en el ataque a la fábrica química y la limpieza de la orilla oriental de las acerías y la fábrica de cañones puede dejarse para después. El Ejército debe contar con recibir la correspondiente orden."

Schmidt respondió que la idea del Ejército iba en la misma línea, aunque el previo despeje de la orilla del Volga ofrecía mayores ventajas. Después de colgar el teléfono, Schmidt llamó a Paulus al puesto de mando del LI Cuerpo de Ejército y le informó de la decisión del OKH. A las 12:30h el VI Ejército envió un teletipo al LI Cuerpo de Ejército:
"El 4 de noviembre, el Pi.Btle.336 y 294 serán transportados por aire y subordinados a su llegada. Llegada a Pitomnik sobre las 10:00h. El LI Cuerpo de Ejército suministrará temporalmente los vehículos necesarios."

A las 13:00h la impresora del teletipo en las oficinas del VIEjército cobró vida e imprimió la siguiente orden desde el Grupo de Ejércitos B:
1) La situación general exige que la batalla por Stalingrado debe terminar pronto y sin la participación de la 29.ª División de infantería.
2) Para este propósito, se le suministrarán al VI Ejército el cuatro y el cinco de noviembre cinco batallones de zapadores –organizados en batallones de asalto– por aire y por tierra. Esos batallones deberán ser combinados con regimientos de granaderos cualificados y ser complementados con compañías pesadas de regimientos de granaderos.
3) Después de la llegada de los batallones de zapadores, el ataque para tomar el distrito de la fábrica de productos químicos Lazur, se llevará a cabo –después de una cuidadosa preparación– tan pronto como sea posible con un total por lo menos de 10 batallones.
Los preparativos deben acelerarse por todos los medios posibles.
Tropas: cinco batallones de zapadores con sus correspondientes compañías pesadas de regimientos de granaderos.
Un regimiento de granaderos de la 295.ª División de infantería.
Un regimiento de cazadores de la 100.ª División de cazadores.
Tres compañías de asalto (de la 44.ª I.D. y la 14.ª y 24.ª Pz.D.).
Se informará de la hora del ataque tan pronto como sea posible.
4) Independientemente de la orden el ataque, el alivio de la 60.ª División de infantería por la 305.ª División de infantería –basado en las sugerencias del Ejército– se llevará a cabo.


A las 18:25h, Paulus envió una orden al general von Seydlitz al LI Cuerpo de Ejército confirmando lo que se había discutido anteriormente en el día y haciéndose eco de esta orden desde el Grupo de Ejércitos B.

Fuente consultada: Island of Fire, de Jason D. Mark


Tal y como he acordado con Vaux, os paso un poco de información sobre los cinco batallones de zapadores que se transportaron a Stalingrado.

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En esta mapa podemos apreciar como se transportaron los cinco batallones y desde donde. Tres de ellos, lo hicieron por tierra y llegaron a Kalach, concretamente el Pi.Btl.45 (mot.), el Pz.Pi.Btl.50 (de la 22.ª Pz.D.) y el Pi.Btl.162 (de la 62.ª I.D.). Los otros dos, el Pi.Btl.336 y el Pi.Btl.294 volaron hasta Pitomnik.


Pi.Btl.45
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Comandante: Hauptmann Dr. Ludwig Büch
Ayudante: Leutnant Wolfgang Sartorius
Schirrmeister: Oberschirrmeister Martin Ehret
Schirrmeister: Oberschirrmeister Ernst Schüle
Werkmeister: Werkmeister Kurt Dodel

1. Kompanie
Oberleutnant Max Bunz
Zugführer: Leutnant Emil Gräf
Zugführer: Leutnant Manfred Kimmich
Zugführer: Oberfeldwebel Kurt Sachse
Spieß: Hauptfeldwebel Konrad Sturmlinger
Schirrmeister: Schirrmeister Karl Winter

2. Kompanie
Oberleutnant Walter Heinrich
Zugführer: Leutnant Fritz Molfenter
Zugführer: Feldwebel Hermann Tag
Zugführer: Feldwebel Lothar Walter
Spieß: Hauptfeldwebel Adolf Scheck

3. Kompanie
Oberleutnant Eberhard Warth
Zugführer: Leutnant Hans-Dietrich Waldraff
Zugführer: Leutnant Erich Skutlartz
Zugführer: Oberfeldwebel Alfred Hartmann
Schirrmeister: Schirrmeister Eugen Nachbaur

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Soldados del Pi.Btl.45 posando sobre uno de los muchos tanques soviéticos destruidos al oeste de Kalach.

El Pi.Btl.45 a su llegada a Kalach, estaba al mando del Capitán Dr. Ludwig Büch, desaparecido en combate en Stalingrado el 23 de eenro de 1943. El número de hombres que realizaron el viaje a Kalach era de 451, de los cuales 11 eran oficiales, 43 suboficiales y 396 hombres. La fuerza de combate era de 9 oficiales, 30 suboficiales y 246 hombres equipados con 27 ametralladoras ligeras y 6 lanzallamas. El batallón quizás tuviera más lanzallamas de los oficialmente reportados porque el cabo Krauss recordaba que su 2. Kompanie estaba equipada con 3 lanzallamas alemanes y 3 italianos, que quizás se consiguieron durante su subordinación al VIII Ejército italiano.

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Cuatro jóvenes comandantes de batallón, de izq. a der.: Leutnant Emil graf (1. Kp.),
Leutnant Anton Locherer (2. Kp.), Leutnant Frit Molfenter (2. Kp.) y Leutnant Karl Vögeler (2. kp.).



Pz.Pi.Btl.50
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Comandante: Hauptmann Erwin Gast
Ayudante: Leutnant Klaus Kunze
Ordonanzoffizier: Leutnant Egon Hillmann
Werkmeister: Werkmeister Walter Hinsch
Techn. Inspektor: Oberinspektor Ernst Schneider

1. Kompanie
Oberleutnant Wolfgang Ziegenhagen
Zugführer: Leutnant Rudolf Gottwald
Zugführer: Oberfeldwebel Friedrich Hellberg

2. Kompanie
Oberleutnant Walter Hardekopf
Zugführer: Leutnant Gerhard Thiele
Zugführer: Oberfeldwebel Wilhelm Müller

3. Kompanie
Oberleutnant Rindermann (?)
Zugführer: Leutnant Ernst Bunte
Zugführer: Leutnant Herbert Palmowski
Zugführer: Feldwebel Josef Löffler

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Obergefreiter August Uhlendorf posando al lado de un Renault AHN del batallón, antes de partir hacia Stalingrado.

El Pz.Pi.Btl.50 partió desde Millerovo hasta llegar a Kalach, cubriendo una distancia de 250 Km. El cabo Ludwig Apmann, que sobrevivió a la IIGM, recuerda el viaje:
"Montados en nuestros vehículos, nuestro batallón rodaba en dirección a Stalingrado, en los suburbios que estaban ocupados por las unidades alemanas. El invierno estaba cerca, pero aun no teníamos ropa de invierno. Aquello se veía horrible, casi todo estaba completamente en ruinas; vimos también muchos soldados alemanes muertos..."
Al llegar a Kalach, el batallón estaba compuesto por 10 oficiales, 3 oficiales administrativos, 51 suboficiales y 475 hombres. La fuerza de combate era de 10 oficiales, 44 suboficiales y 405 hombres. A mediados de octubre, el batallón recibió refuerzos que lo elevaron al máximo de su capacidad de combate.

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El capitán Erwin Gast, el joven comandante del Pz. Pi.Btl.50, desaparecido en combate el 2 de febrero de 1943 en Stalingrado.


Pi.Btl.162
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Comandante: Major Otto Krüger
Ayudante: Oberfeldwebel Rudolf Gregor

1. Kompanie
Oberleutnant Kurt Barth
Zugführer: Leutnant Alfons Dziumbla (?)

2. Kompanie
Oberleutnant Artur Baranski
Zugführer: Leutnant Engelbert Kleiner (?)

3. Kompanie
Oberleutnant Alfons Schinke
Zugführer: Leutnant Dr. Johannes Schütze
Zugführer: Oberfeldwebel Wilhelm Altmann
Zugführer: Oberfeldwebel Max Giessmann

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Major Otto Krüger, comandante del Pi.Btl.162 y desaparecido en Stalingrado el 2 de febrero de 1943.

Poco antes de su traslado a Stalingrado, el Pi.Btl.162 había perdido a dos jefes de compañía con gran experiencia. Se trataba del Hauptamann Hans Gierth, trasladado al XXIX Cuerpo de Ejército, y sustituido por el Oberleutnant Alfons Schinke, y el Hauptmann Munz de la 1. Kompanie, sustituido por el Oberleutnant Kurth Barth. El otro jefe de compañía era el Oberleutnant Artur Baranski, muy querido por su hombres por su valor y camaradería.
El 1 de noviembre la 62.ª División de infantería recibió un comunicado en el que ordenaba que el Pi.Btl.162 estuviera preparado a las 12:00h d el 2 de noviembre pasa ser trasladado a Stalingrado. El Major Krüger y su batallón iniciaron el viaje a Kalach el 3 de noviembre. La mayoría llegaron a Kalach el 4 de noviembre, y el resto al día siguiente.
Estaba compuesto por 8 oficiales, 45 suboficiales y 384 hombres que hacían un total de 437 hombres. Su fuerza de combate era de 7 oficiales, 31 suboficiales y 281 hombres equipados con 27 ametralladoras ligeras y 6 lanzallamas.
Los hombres del Pi.Btl.162 tenían una ventaja sobre los soldados de los otros batallones de zapadores. Procedían de la Alta Silesia, donde se hablaba un dialecto del polaco, muy útil para hacerse entender con los rusos que eran hechos prisioneros al tratarse también de una lengua eslava.


Pi.Btl.294
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Comandante: Major Wilhelm Weimann
Ayudante: Leutnant Walter Zimmer
Doctor del batallón: Oberarzt Dr. Ulrich Matthäus

1. Kompanie
Oberleutnant Ferhard Pohl
Zugführer: Oberfeldwebel Josef Rischer
Zugführer: Feldwebel Wilhelm Angerstein
Zugführer: Feldwebel Bernhard Krebs

2. Kompanie
Oberleutnant Fritz Bergemann
Zugführer: Oberfeldwebel Max Puppel
Zugführer: Feldwebel Oskar Dickler
Zugführer: Feldwebel Gerhard Husmann

3. Kompanie
Oberleutnant Gerhard Menzel
Zugführer: Feldwebel Alfred Polenz
Zugführer: Feldwebel Franz Kerkhoff
Zugführer: Feldwebel Fritz Kother

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Major Wilhelm Weimann, comandante del Pi.Btl.294, desaparecido en Stalingrado en enero de 1943.

Cuando el 1 de noviembre a las 23:30h llegó la orden de que el Pi.Btl.294 debía prepararse para ser trasladado por aire a Stalingrado, su comandante se quejó enérgicamente, alegando que su batallón no estaba prearado para dicha tarea, ya que solo era adecuado para limitadas tareas ofensivas y de defensa. La orden definitiva llegó del Grupo de Ejércitos B, el 2 de noviembre, a las 17:00h.
4 días antes de su partida a Stalingrado el Pi.Btl.294 tenía una fuerza de combate de 408 hombres, entre ellos 6 oficiales, 46 suboficiales y 356 hombres. Disponía de muchos hombres pero no así de oficiales, sólo 12 en total. A su llegada a Pitomnik, el 4 de noviembre a las 11:30h sólo disponía de 4 oficiales, 29 suboficiales y 275 hombres, que hacían un total de 328 hombres. 80 hombres menos, que fueron dejados atrás por dificultades en el transporte.


Pi.Btl.336
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Comandante: Hauptmann Hermann Lundt
Ayudante: Leutnant Dr. Karl Ruhl
Doctor del batallón: Stabsarzt Dr. Horst Gallwoszus

1. Kompanie
Oberleutnant Karl-Heinz Hullen
Zugführer: Leutnant Wilhelm Schmidt
Zugführer: Oberfeldwebel Otto Grimm
Zugführer: Oberfeldwebel Helmut Milkau

2. Kompanie
Oberleutnant Karl Brockmann
Zugführer: Leutnant Fritz von Velsen
Zugführer: Oberfeldwebel Johannes Zimmermann
Zugführer: Stabsfeldwebel Gerhard Piltz

3. Kompanie
Oberleutnant Bernhard Ziesch
Zugführer: Stabsfeldwebel Otto Reiter
Zugführer: Leutnant Erich Oberst
Zugführer: Oberleutnant Bernd Eringhaus

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El capitán Hermann Lundt, comandante temporal del Pi.Btl.336 en Stalingrado.

En noviembre, la fuerza de combate del batallón era de 8 oficiales, 38 suboficiales y 336 hombres. La relación de fuerza era de 20 hombres más. El batallón tenía pocos lanzallamas, sólo dos por compañía cuando lo estipulado eran tres y se distinguía por llevar armas poco frecuentes. Durante su estancia en Bélgica, en mayo de 1941, adoptó la Browning FN, pistola manufacturada en ese país. Los oficiales y suboficiales apreciaban mucho este arma, y cuando fueron trasladados, optaron por conservar el arma.

Fuente del texto y las fotografías: Island of Fire, de Jason D. Mark

Saludos
"Heute hängt ihr uns, aber morgen werdet ihr es sein." Hans Scholl


1d. Cruz C Hojas Roble Espadas (1) 2d. Cruz de la Armada (1) 2e. Winterschlacht im Osten (1) 3a. Orden de la Bandera Roja (1) 4c. Long Range Desert Group (1) 8f. Orden de Orange-Nassau (1) 5d. Estrella de Plata (1)

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Re: Stalingrado - OPERACION HUBERTUS

Notapor Vaux el Vie Dic 16, 2011 1:07 am
grognard escribió:¿Podríamos decir que esta operación es la que se recrea en el primer tercio de la película "Stalingrado"?


Pues tiene toda la pinta Grognard, ademas si te lees este otro capìtulo mas se parece a esa escena.

Paradise es un placer que entre todos aportemos y completemos este tema, gracias por la ayuda y perfecta esa info.


Seguimos con los zapadores:

El 9 de noviembre la 79 Division de Infanteria intenta el asalto para capturar el deposito de combustible de la fabrica.

En ese mismo sector, el 180 Reg de la guardia Rusa lanza operaciones de reconocimiento hacia la nave industrial n.2. Todos fueron rechazados por los alemanes.

Tambien el 138 Reg de Fusileros ataco mas de 10 veces contra la nave n.10 que fue rechazada en un combate cuerpo a cuerpo.

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Foto escaneada de Stalingrado - El cerco infernal de Stephen Walsh


Por la noche, la 79 Division alemana sufre un duro castigo de artillería. Esta división sufrió mas que otras divisiones alemanas ya que estaba cubriendo el flanco de la 24 Panzer que estaba protegiendo la colina Mamayev, usada por la artillería alemana y por sus observadores.
Los alemanes desde esta posición tambien controloban parte del sector de la fabrica Lazur, por esta razón los rusos no pararon de lanzar ataques sobre los alemanes.

Los ataques alemanes en este sector se habían debilitado por la proximidad del comienzo de la operación Hubertus y los rusos vieron la oportunidad de lanzar un contraataque sin darse cuenta que tanto la 79 Div y la 24 Panzer se estaban reagrupando para el inminente ataque.

En el sector de la 295 Div alemana, grupos de asalto consiguieron hacerse con el deposito de combustible y avanzaron por el flanco de la 284 Div de Rifles hasta el Volga, aunque este avance pierde fuerza y solo se conquistan unas cuantas casas. Desde aquí, los alemanes tiene otro punto para poder atacar la Fabrica lazur.

El 10 de Noviembre la 79 Div sigue sufriendo devastadores bombardeos y por la mañana el 138 Reg. De Fusileros lanzan un furioso ataque para recuperar el deposito de combustible, entrar en la sala 10 y desplazarse hasta el sur de la fabrica. Una hora después el ataque fue detenido y los alemanes intentaron un contraataque, pero la 79 Div estaba exhauta y su contraataque no tuvo éxito.
Viendo esta situación, el comandante soviético Polkovnik, volvió a reanudar los ataques con grupos de 200/300 hombres aunque en ningún ataque se gano mucho terreno.

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Esa misma mañana, el 180 Reg de la Guardia Rusa ataco con grupos de 30/40 hombres la sala n.7 pero después de duros combates cuerpo a cuerpo todos fueron rechazados.
Los constantes ataques sovieticos en todo este sector alteraron los planes alemanes para la operación Hubertus. El comandante soviético Polkovnik sin saber de esta operación, se dio cuenta de la importancia de sus posiciones y empezó el refuerzo de sus unidades.

Poco después de la medianoche del 11 de Noviembre, pequeños grupos de asalto avanzan sigilosamente por la sala de maquinas de la Fabrica Octubre rojo.
Los zapadores están equipados con cargas explosivas, municion extra, granadas y lanzallamas.
Estos soldados veteranos estaban endurecidos por el combate y habían echo este trabajo en numerosas ocasiones, los hombres se muestran tranquilos, como el el Hauptmann Rettenmaier del 578 de Granaderos, que se muestra confiado con echar a los rusos al Volga y que derrotaran a los rusos como en Voronezh y Rostov. No tiene dudas de cumplir la misión.
De repente se escucha una explosión en una sala contigua, un zapador a pisado una mina rusa y el y 18 de sus compañeros mueren antes de que comience la operación. Los soldados alemanes no tienen mucho tiempo de pensar en esto ya que el ataque artillero previo a comenzado, según sus palabras, “la tierra temblo bajo nuestros pies”.

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Por la mañana Stukas bombardean las chimeneas que todavia están en pie de las fabricas destruyendo puntos importantes de observación rusos y posiciones de francotirador.
El primer objetivo del 305 Batallon de zapadores junto con el Kampfgruppe Rettenmaier es la Casa Blanca, en manos del 768 Reg de Fusileros rusos.

El 50 Batallon de zapadores tiene como objetivo la Casa Roja defendida por el 241 Reg de Fusileros.

El reforzado 576 Regimiento de granaderos del Hauptmann Kemper con unos 150 hombres ataca las posiciones fortificadas del 650 Reg de Fusileros en el sector izquierdo de la Fabrica Barricada.
Aunque este regimiento esta apoyado por el 294 Batallon de zapadores su avance es muy lento, el primer dia solo consiguen avanzar 30 metros.

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El ataque a la casa Blanca demostró estar muy bien planificado y se ejecuto de forma satisfactoria.
En un comienzo, los zapadores superaron las débiles defensas rusas y avanzaron rápidamente, por este motivo crearon una punta de lanza demasiada avanzada al resto de grupos de asalto y fue por esto que fueron atacados por sorpresa por el flanco derecho por la 37 Div de fusileros. En este momento, las sorprendidas tropas alemanas tuvieron que buscar refugio rápidamente. La situación llego a ser desesperada, los alemanes eran atacados por el flanco y por alguna unidad rusa oculta en el avance y que no habían sido reducidas.
El oficial al mando de este batallón sitiado elaboro un plan de ataque, todas sus tropas darían fuego de cobertura en el flanco para que 5 hombres con lanzallamas atacaran estas posiciones.
El fuego de cobertura no se pudo mantener durante mucho tiempo, ya que francotiradores rusos con una contundente disciplina de tiro estaban causando estragos en las filas alemanas.
Los lanzallamas corrieron con las balas silbando a su alrededor hasta la entrada del edificio y a salvo de los francotiradores rusos, en ese momento un valeroso zapador cogió unas cargas huecas y se introdujo en el edificio. Al poco tiempo el zapador salió corriendo animando a sus camaradas a alejarse del lugar, a los pocos segundos se produjo una gran explosión y se empezaron a oir gritos de dolor. Era el momento de los lanzallamas, que fueron limpiando habitación por habitación hasta terminar con todas las posiciones rusas en el interior.
Apoyando esta acción se sumo el Kampfgruppe 578 y con esta fuerza de refuerzo consiguieron eliminar a los francotiradores que continuaban disparando al enemigo.

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La línea rusa estaba ya a solo 200 metros del Volga y después de ver que había pasado en la Casa Blanca ,ahora mas que nunca iban a resistir hasta la ultima bala y hasta el ultimo hombre.

Los alemanes tambien agotados, decidieron re-agruparse y esperar hasta el próximo dia.

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viernes, 1 de febrero de 2013

Cita con la historia bélica

“Congelado, hambriento, enfrentándote a una muerte segura, tienes la oportunidad de enviar una última carta a casa. ¿A quién escribirías? ¿Qué dirías? ¿Qué pensamientos pasan por tu mente cuando sabes que vas a morir?”.

Últimas cartas desde Stalingrado.


domingo, 20 de enero de 2013

La historia de "Tankogrado", la ciudad secreta de Stalin

Gran parte del éxito cosechado por el Ejército Rojo en numerosas batallas de la Segunda Guerra Mundial está ligado a Cherliábinsk, una ciudad escondida en el corazón de los Montes Urales y prácticamente desconocida para los occidentales.

Así, mientras el Ejército Rojo luchaba contra la invasión nazi, más de 40.000 obreros trabajaban en esta ciudad para construir los vehículos acorazados con los que sus soldados luchaban contra el enemigo. 

Tal y como podemos leer en el blog «Historias inútiles», a finales de los años 20 esta ciudad, por la que discurre el ferrocarril Transiberiano, fue escogida para acoger una gran fábrica de tractores que generó un gran crecimiento en la localidad.

Aprovechando las industrias ya existentes, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial el gobierno soviético decidió construir unas enormes instalaciones para la producción de armamento, entre ellos los modelos de tanque KV-1 y T-34 y los lanzadores de cohetes “Katyusha”. Debido a ello, Cherliábinsk se ganó muy pronto el apelativo popular de “Tankogrado”, la ciudad de los tanques.
Según algunos historiadores, el papel de esta desconocida ciudad fue crucial para el desarrollo de la guerra, ya que su industria fue uno de los principales responsables de que la URSS adquiriera una capacidad de combate gigantesca a través de los carros de combate. Lennart Samuelson, experto en la historia de esta localidad, asegura que en 1942 produjo más de 3.600 tanques.

El aura de misterio de Cherliábinsk se vio incrementada a partir de los años 40, cuando el gobierno soviético comenzó a desarrollar investigaciones nucleares secretas en la zona, en las instalaciones de Chelyabinsk-70. Además, un grave accidente nuclear ocurrido en 1957 a unos 150 kilómetros al noroeste de la ciudad causó un número indeterminado de muertes en la región y provocó el cierre de la provincia a los extranjeros hasta 1992. A consecuencia de ello, el aura de ciudad secreta soviética de “Tankogrado” aumentó hasta límites insospechados.

lunes, 14 de enero de 2013

Cita con la historia

"Ingrata patria, no eres digna de poseer mis huesos".

Escipión, el Africano (234 a.C.- 183 a.C.)


CIta con la historia bélica

"Libremos a Roma de este pobre viejo que tanto le causa miedo".

Aníbal, (Cartago 247 a.C-183 a.C.).


Es el más importante general cartaginés. Era hijo de Almílcar Barca, a los nueve años su padre le hizo jurar odio eterno contra los romanos y, sin duda, cumplió su juramento. 

Después de llegar casi a las puertas de Roma y tras la victoria de Cannas –frase anterior- se retiró a Capua en espera de refuerzos, aunque algunos historiadores afirman que el verdadero motivo fueron los placeres que encontró en esta ciudad. La verdad es que escribió gran número de misivas al Senado cartaginés solicitando refuerzos y que éste respondió: "si no atacas Roma por miedo de perder, no necesitas refuerzos, y si vas a ganar: tampoco”. Finalmente, Cartago le envió un ejército de ayuda al mando de su hermano Almílcar, ejercito que fue vencido al poco de entrar en Italia y su hermano muerto. Ante estas nefastas noticias, Anibal perdió toda esperanza de apoyo y se decidió negociar con Roma una salida digna. Frustrada toda esperanza de diálogo, no tuvo más salida que plantar batalla, y en Zama fue derrotado por Escipión. 

Después de 35 años fuera de su país, Aníbal regresó a Cartago y nombrado magistrado. Organizó la hacienda, la vida pública y llevó a cabo algunas alianzas con reinos de Asia Menor. Temerosos los romanos de su nueva influencia, Roma solicito la entrega de Aníbal como rehén. Temeroso, huyó de Cartago y se refugió en la corte de Antíoco III (Siria). 

Se cuenta que una noche este rey reunió a cena, a Escipión y Aníbal, y dirigiéndose a éste último preguntó que según su criterio quienes habían sido los mejores generales de la historia: 
Aníbal: El primero Alejandro Magno, el segundo Pirro y el tercero, yo. 
Escipión exclamó: Eso sería si yo no te hubiera vencido. 
Aníbal: Si no me hubieras vencido, yo sería el primero. 

Consciente de que Roma no olvidaba, se refugió en Bitinia y poco después, cercano a los 90 años se suicido ingiriendo el veneno oculto en la caña de su bastón. Antes de morir cuentan que exclamó: “Libremos a Roma de este pobre viejo que tanto le causa miedo”. 

domingo, 6 de enero de 2013

Bletchley Park: el descifrado de "Enigma"



Alan Turing nació el 23 de junio de 1912 en Londres, hijo de un funcionario británico de la India. Sus padres se habían trasladado a Londres únicamente para que su hijo naciese en Gran Bretaña. Su padre regresó a la India unos meses después, y su madre cuando Alan tenía año y medio, dejando al niño en Inglaterra. Por ello Turing pasó gran parte de su infancia en internados o viviendo con amigos de la familia. Desde muy joven dio muestras de una habilidad extraordinaria para las matemáticas, aunque en otras materias no era un estudiante destacado. En 1931 ingresó en el prestigioso King’s College de la Universidad de Cambridge. Cuatro años más tarde consiguió el puesto de profesor en el King's College. En 1937 publicó un estudio titulado Sobre los números computables, en el que imaginaba una máquina programable que pudiese hacer operaciones matemáticas automáticamente, como multiplicar, dividir o hacer raíces cuadradas, y en la que los datos iniciales se introducirían por medio de una cinta de papel perforada y los resultados saldrían igualmente en otra cinta de papel. Al artefacto imaginario se le bautizó como máquina universal de Turing. Era el principio teórico de un ordenador, aunque la tecnología de la época aún no permitía hacerlo realidad. Sus propuestas no pasaron desapercibidas, y Turing se hizo un nombre en el mundillo matemático. Los años siguientes Turing continuó sus estudios en la Universidad de Princeton. Tras obtener el doctorado regresó en 1939 al King's College. Con 27 años se había convertido en un matemático reconocido y había alcanzado el éxito profesional.

Pero en septiembre de 1939 la brillante trayectoria académica de Turing se interrumpió. Nada más comenzar la guerra recibió una invitación para trabajar en el CG&CS (la Escuela Gubernamental de Códigos y Cifras), con sede en Bletchley Park. Allí Turing se tuvo que enfrentar al problema de descifrar la clave Enigma alemana. Como comenté en la entrada sobre Bletchley Park, los británicos no partían de cero en sus investigaciones, ya que podían aprovechar los avances que habían hecho en los años anteriores los criptoanalistas polacos. Sin embargo, debido al aumento de la complejidad y de la seguridad de la Enigma las técnicas polacas ya no eran suficientes y había que encontrar métodos de descifrado más avanzados (para conocer el funcionamiento de la máquina de cifrado Enigma ver La Enigma; para saber la historia de los trabajos polacos verLos polacos contra la Enigma).

Turing ideó una máquina basada en las "bombas" polacas (de hecho se las siguió llamando "bombas") para probar posiciones de los modificadores automáticamente y buscar la clave de los mensajes cifrados. Cuando hablé de Bletchley Park comenté que los criptoanalistas utilizaban atajos que les adelantaban su trabajo, como los "cillis" y los puntales. La gran novedad del planteamiento de Turing fue su idea de poner a trabajar máquinas en serie para aprovechar los puntales por medio de lo que se conocen como bucles.

¿Qué es un bucle? Para comprenderlo (y para explicarlo) lo mejor es poner un ejemplo. Imaginemos que en un texto cifrado conocemos un puntal, es decir, un fragmento de texto del que sabemos (o suponemos) su significado. Para no liarlo mucho, las letras del texto llano o sin cifrar (las que entran en la máquina) las escribiré en verde, y las del texto cifrado (o las que salen de la máquina) en rojo. Supongamos que el texto cifrado es TSOANLZRK y el texto llano LUFTWAFFE. Es decir:

                           1   2   3    4    5    6   7    8   9
Texto llano          L   U   F   T   W   A   F   F   E
Texto cifrado      T   S   O   A   N    L   Z   R   K

Las letras de 1 serían la entrada y la salida correspondientes a una determinada posición P de los modificadores de la Enigma. Como cada vez que se teclea una letra los modificadores giran una posición, 2 equivaldría a P+1, 3 a P+2, 4 a P+3, y así sucesivamente. A partir de un puntal como este los criptoanalistas tenían un dato con el que empezar a trabajar: se trataría de ir cambiando posiciones de los modificadores hasta encontrar P, la posición en la que al escribir en la entrada LUFTWAFFE tuviésemos a la salida TSOANLZRK. Pero ese no dejaba de ser el comienzo del problema. El número de posiciones posibles seguía siendo de miles de billones.

Y ahora viene el truco: En la posición P (que desconocemos) sabemos que al teclear L tenemos una T a la salida. Pero si nos fijamos, en la letra 4 (o posiciónP+3) tenemos también una T, pero a la entrada de la máquina de cifrado. Su salida es una A, y a su vez A es la entrada 6 (o P+5). Y por último en la salida de 6 tenemos una L, y resulta que L era la entrada de la primera posición, la P. Ya tenemos el bucle:

                                      L -> T/T -> A/A -> L

El siguiente paso es poner las máquinas trabajando en serie. La primera tendría una posición determinada N de los modificadores. Su salida estaría unida a la entrada de la segunda, con una posición de modificadores N+3. A su vez la salida de esta estaría unida a la tercera, en N+5. Por último la salida de la tercera volvería a unirse a la entrada de la primera. Y a continuación ponemos a trabajar las máquinas sincronizadamente, cambiando todas a la siguiente posición de modificadores al mismo tiempo. Si convertimos el circuito que hemos establecido en un circuito eléctrico, conectándolo a una batería, e intercalamos una lámpara en cualquier punto de él, el circuito sólo se cerraría (y por tanto la lámpara se encendería para avisarnos) cuando al meter una L a la entrada de la primera máquina tuviésemos también una L a la salida de la tercera. Es decir, cuando Nsea P, la posición de los modificadores que estamos buscando. Y lo más importante: el bucle nos da sólo la posición de los modificadores, los cambios de letras que hubiese en el clavijero no influyen porque se anulan entre sí. Por ejemplo, si la L está intercambiada en el clavijero por la Z, la L se convertiría en Za la entrada de los modificadores en la primera máquina, pero en la tercera, como sólo nos valdría la posición que saque una L, ésta sería la que sacase una Z a la entrada del clavijero. Así se eliminan de un plumazo los cien mil millones de combinaciones posibles que introduce el clavijero.

Quedarían por solucionar otros problemas, el primero de ellos precisamente el de deducir los cambios de letras en el clavijero. Pero una vez que se hubiese averiguado la posición de los modificadores los cambios en el clavijero se podían encontrar fácilmente con un simple análisis de frecuencia. Las máquinas conectadas en serie habrían hecho la mayor parte del trabajo. El gran problema de verdad, donde los criptoanalistas tenían que demostrar su habilidad y su intuición, era el de encontrar puntales con los que empezar a trabajar.

Cada bomba estaba formada por doce juegos de modificadores, por lo que podían encargarse de bucles mucho mayores que el de tres letras que puse como ejemplo. Como había 17.576 orientaciones posibles de los modificadores, probando una posición por segundo se tardaría un máximo de cinco horas en probar todas las posiciones posibles.

Foto de una bomba de Bletchley Park:


La primera bomba comenzó a funcionar en marzo de 1940. Sus resultados no fueron todo lo buenos que se podía esperar. En agosto entró en servicio un nuevo modelo mejorado. A partir de ahí lo único que se hizo fue ir aumentando el número de bombas y los resultados fueron cada vez mejores. Al final, los expertos de Bletchley Park podían encontrar la clave de un mensaje cifrado con una máquina Enigma en menos de una hora.

Reproducción moderna de una bomba:


El descifrado de la Enigma fue decisivo en la guerra, pero los criptoanalistas de Bletchley Park tuvieron que mantener en secreto su contribución a la victoria aliada durante décadas, hasta que en los años 70 el gobierno británico levantó el secreto sobre el tema. Algunos no llegaron a recibir en vida el reconocimiento que merecían. Uno de ellos fue Alan Turing. Después de la guerra continuó trabajando en estudios teóricos de cibernética y participó en el desarrollo de algunas de las primeras computadoras de la historia. Pero su carrera se vio truncada de repente en 1952, cuando fue detenido por un delito de indecencia y perversión sexual. Al ir a denunciar un robo cometido en su casa Turing confesó ingenuamente que mantenía una relación homosexual (al parecer su amante había sido cómplice del ladrón). En el juicio Turing se negó a defenderse, como protesta por que la homosexualidad fuese considerada un delito en Inglaterra. Fue declarado culpable y se le dio a escoger entre la castración química o ingresar en prisión. Turing eligió lo primero, y fue sometido a un tratamiento con hormonas que aparte de impotencia le causaron obesidad y otros problemas físicos. La prensa informó ampliamente de su juicio, por lo que su humillación fue además pública. Por si fuera poco, el gobierno británico le retiró todas sus acreditaciones de seguridad, lo que le impidió seguir trabajando en investigaciones sobre computación. El 7 de junio de 1954 Alan Turing se suicidó con una manzana mojada en cianuro, una idea que había tomado de su película favorita, Blancanieves y los siete enanitos.

¿Qué habría pasado si el Ejército hubiese conocido su homosexualidad cuando Turing trabajaba en el CG&CS? Jack Goods, un criptoanalista compañero suyo en Bletchley Park, comentó: “Afortunadamente las autoridades no sabían que Turing era homosexual. Si no, podríamos haber perdido la guerra”. En septiembre del 2009 el primer ministro británico Gordon Brown emitió un comunicado en el que pedía disculpas públicamente en nombre de su gobierno por el trato que había recibido Alan Turing en los últimos años de su vida.

Fuentes: 
http://nonsei2gm.blogspot.fr
Simon Singh: Los códigos secretos
www.bletchleypark.org.uk
http://es.wikipedia.org/wiki/Alan_Turing
http://www.mathcomp.leeds.ac.uk/turing2012/

sábado, 5 de enero de 2013

El puente de Remagen

Después del fracaso de la ofensiva de las Ardenas, a comienzos de 1945, donde los alemanes consumieron lo mejor de sus reservas, en el frente occidental la guerra parecía ya decidida. Los aliados tan solo tenían que superar la Línea Sigfrido, la red de fortificaciones que se extendía a lo largo de las fronteras alemanas, para penetrar en el corazón del Reich. Los británicos fueron los primeros en atacar, en el norte, en la frontera germano-holandesa. Entre el 8 de febrero y el 9 de marzo de 1945 tuvieron lugar intensos combates en el Reichswald,. Allí las fortificaciones alemanas estaban bien preparadas y eran defendidas por tropas experimentadas. El terreno accidentado anulaba en gran parte la ventaja numérica anglo-canadiense y su abrumadora superioridad en armamento y suministros. Mientras Montgomery se estrellaba contra las defensas alemanas en el Reichswald, más al sur los estadounidenses tenían como objetivo atravesar las defensas alemanas y establecer cabezas de puente sobre el Rin con el fin de acceder a la cuenca del Ruhr, la principal área industrial de Alemania. 

Hitler había prohibido la retirada de sus fuerzas de la línea Sigfrido, en contra de la recomendación de sus generales, que insistían en la imposibilidad de defenderla. Fue una orden que provocó que centenares de miles de soldados alemanes se quedasen atrapados en las fronteras occidentales. Pese a ello, el propio Führer confiaba mucho más en el Rin como línea defensiva. Se tomaron cuidadosas medidas para que, tras la retirada de las tropas alemanas, fuesen volados todos los puentes sobre el gran río. La batalla se anunciaba difícil, ya que los alemanes no tenían intención de permitir a los aliados entrar en Alemania sin tener que pagar un alto precio.

El 7 de marzo el 27º Batallón de Infantería Blindada de la 9ª División Blindada del Ejército de Estados Unidos llegó a las proximidades de la pequeña población de Remagen, a orillas del Rin. Cuando los estadounidenses alcanzaron las alturas que dominaban la ciudad, se sorprendieron al ver un puente que se mantenía aparentemente intacto sobre el río. Era el puente Ludendorff, construído para el ferrocarril durante la Primera Guerra Mundial. En un primer momento, los oficiales del 27º Batallón solicitaron fuego de artillería para limpiar la orilla oeste y se limitaron a esperar observando el puente. Pero el apoyo artillero no llegó. En su lugar, cuando el general William Hodges, comandante del Primer Ejército de los Estados Unidos, conoció la noticia, emitió órdenes urgentes para que el 27º Batallón avanzase sobre Remagen y capturase el puente a toda costa.


En el bando alemán reinaba la confusión. El comandante en Remagen, el teniente Willi Bratge, desconocía que aquella misma noche el mayor Hans Scheller había recibido el mando del área entre Remagen y Scheleiden. Scheller tenía intención de mantener abierto el puente el mayor tiempo posible para permitir la retirada de las tropas alemanas que aún quedaban en la orilla occidental del Rin (incluyendo equipo pesado, como tanques y piezas de artillería). El teniente Bratge, en cambio, quería demolerlo cuanto antes para evitar su captura. El oficial responsable de preparar la voladura del puente, el capitán Friesenhahn, había solicitado 600 kilogramos de explosivos de demolición. En su lugar recibió aquella misma mañana 300 kilos de Donarit, un explosivo de uso civil de relativa escasa potencia utilizado en la minería.

A las dos menos veinte de la tarde comenzó el ataque. Mientras el 27º Batallón avanzaba sobre la ciudad, los estadounidenses esperaban ver en cualquier momento el puente saltando por los aires. Pero hacia las tres y cuarto, cuando los primeros tanques Sherman habían superado la resistencia alemana en el interior de la población y estaban alcanzando ya la entrada del puente, este aún seguía intacto. En ese momento los alemanes hicieron estallar una carga explosiva en la rampa de acceso que abrió un enorme cráter y frenó a los tanques. Con los Sherman paralizados, el puente iba a tener que ser tomado por la infantería. Los encargados de hacerlo serían los soldados de la Compañía A, al mando de un oficial de origen alemán, el teniente Karl Timmerman. A las 15.40 horas Timmerman y sus hombres comenzaron a avanzar, y fue en ese momento cuando el comandante Scheller dio al fin la orden de detonar las cargas. Una enorme explosión sacudió el puente. Cuando se disipó el humo los hombres de ambas orillas se quedaron atónitos al ver que el puente aún seguía en pie. Toda la estructura se había levantado en el aire y había vuelto a caer sobre sus pilares. Solo una parte de las cargas había detonado. Con los hombres de Timmerman avanzando a través del puente bajo el fuego enemigo, el teniente Hugh Mott y los sargentos Eugene Dorland y John Reynolds se metieron bajo la estructura para empezar a cortar los cables que iban a las cargas de demolición restantes. Después de un intenso combate, los hombres de Timmerman alcanzaron el extremo oriental. Con la llegada de más hombres pudieron despejar el túnel del ferrocarril que tenía su salida a la entrada del puente y los acantilados de las proximidades. Durante la tarde y la noche siguieron cruzando refuerzos y la 9ª División logró asegurar un perímetro alrededor del puente Ludendorff. Al final del día los aliados habían consolidado una cabeza de puente en la orilla oriental del Rin.

El sargento Alexander A. Drabik, el primer estadounidense que logró cruzar el puente, recibe la Cruz de Servicios Distinguidos:


Enfurecido por la captura del puente Ludendorff, Hitler ordenó el arresto inmediato de los cinco oficiales asignados a su defensa y destrucción. En un consejo de guerra presidido por el teniente general Rudolf Hübner los cinco hombres fueron declarados culpables de "cobardía" y "negligencia en el cumplimiento del deber" y condenados a muerte. Cuatro de ellos, el comandante Scheller, el teniente Karl Heinz Peters y los comandantes Herbert Strobel y August Kraft, fueron ejecutados en el Westerwald el mismo día que se dictó la sentencia. Por orden de Hitler, los derechos de pensión de sus familias fueron revocados. Solo sobrevivió el teniente Bratge, que había sido capturado por las fuerzas estadounidenses y fue condenado in absentia. Otra decisión de Hitler fue cambiar al comandante en jefe del frente Oeste. El veterano Rundstedt fue sustituido por el mariscal Kesselring, que había demostrado su talento en los combates defensivos de Italia durante 1943 y 1944. 

Soldados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos trabajaron durante horas para estabilizar y reparar el puente, que había sufrido daños importantes. Pronto estuvo en condiciones de soportar el tráfico de camiones y tanques. Ocho mil hombres lo atravesaron en las primeras 24 horas después de la captura. En los días posteriores cruzaron el Rin en Remagen las divisiones 9ª, 78ª y 99ª. 

Los alemanes destinaron todos los medios que tenían a su alcance para tratar de destruir el puente Ludendorff. El OKH ordenó realizar ataques aéreos (arriesgando los pocos bombarderos tácticos que le quedaban a la Luftwaffe en el frente occidental), bombardeos con cohetes V-2, y el uso de minas flotantes o colocadas por hombres-rana. Los ataques fracasaron uno tras otro.

El 17 de marzo, diez días después de la captura, los alemanes lanzaron contra el puente Ludendorff once cohetes V-2 desde la región de Hellendoorn, en Holanda, a unos 200 kilómetros al norte de Remagen. Los misiles destruyeron varios edificios cercanos y mataron al menos a seis soldados estadounidenses, pero no tocaron el puente. El impacto más próximo se produjo a más de 200 metros de distancia. Sin embargo, cuando los hombres del Cuerpo de ingenieros trabajaban en reforzarlo, el puente se derrumbó repentinamente, causando la muerte de 28 soldados y heridas a otros 93. Al día siguiente Hitler envió un telegrama de felicitación al oficial al mando del equipo de lanzamiento de las V-2 de Hellendoorn. Puede que el Führer creyese erróneamente que el puente había recibido el impacto directo de uno de los misiles, un error lógico ya que el colapso se había producido el mismo día del ataque. También es posible que bastasen las vibraciones causadas por la explosiones de las V-2 para que el puente se viniese abajo, después del desgaste que había sufrido por los bombardeos de los días anteriores.

Estado del puente tras el colapso:






Como demuestran los continuos ataques lanzados en aquellos diez días, Hitler y el OKH dieron una enorme importancia a la captura del puente Ludendorff. También la prensa aliada, que la bautizó como “el milagro de Remagen”. Pero en realidad se trató de una acción secundaria que apenas modificó los planes aliados. Para desesperación del general Hodges, Eisenhower no quiso comprometer sus fuerzas para explotar la cabeza de puente, destinando tan solo cuatro divisiones a la operación. Unos pocos días después del colapso del puente, el III Ejército del general Patton atravesaba el Rin en Oppenheim, al sur de Remagen, e iniciaba la invasión de Alemania a gran escala. En el norte, casi simultáneamente, se desencadenaba una ofensiva aún mayor por parte del 21 Grupo de Ejércitos de Montgomery. Las tropas británico-canadienses cruzaron el Rin sucesivamente en Bonn y Duisburg. Ni siquiera la cabeza de puente de Remagen se vio excesivamente afectada cuando el puente Ludendorff se derrumbó. Los ingenieros estadounidenses habían construído pasos de pontones aguas arriba y abajo del puente del ferrocarril, por lo que su pérdida no tuvo excesiva importancia táctica ni estratégica.

El auténtico valor de la captura del puente de Remagen estuvo en el aspecto psicológico. Fue el primer punto en el que los aliados lograron cruzar el Rin, la defensa natural de Alemania. Una vez superado, las pocas esperanzas que aún podrían tener los alemanes en dar la vuelta a la situación se desvanecieron. En pocas semanas los ejércitos aliados se expandieron por todo el Reich sin que una Wehrmacht en retirada y desmoralizada pudiese hacer nada para impedirlo.








Fuentes:
http://nonsei2gm.blogspot.fr
http://militaryhistory.about.com/od/worldwarii/p/remagen.htm
http://www.artehistoria.jcyl.es/batallas/contextos/5280.htm
http://www.secondeguerre.net/articles/evenements/ou/45/ev_remagen.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Remagen

www.youtube.com