miércoles, 1 de mayo de 2013

La tragedia del Kursk

La construcción del Kursk comenzó en Severodvinsk, cerca de Arkhangelsk, en 1992. Fue botado en 1994 y formalmente asignado en diciembre de ese año. La nave fue bautizada por un sacerdote ortodoxo en 1995.
El Kursk fue la última nave de la clase de submarinos Oscar-II, que fue diseñada y aprobada por la Unión Soviética. Con sus 155 metros de largo y sus 4 pisos de alto, fue uno de los submarinos de ataque más grande jamás construido. La clase a la que pertenecía este submarino fue calificada como insumergible (si esta palabra tiene aplicación en un submarino), gracias a su doble casco. El casco externo hecho de acero al cromoníquel de 8,5 milímetros de grosor, con una excepcional resistencia a la corrosión.
Formaba parte de la flota naval del norte rusa. La flota había experimentado recortes financieros por la falta de fondos en 1990. Muchos submarinos habían sido traídos desde los muelles en el Mar de Barents y habían sido abandonados para oxidarse. Todos excepto el equipo más esencial de primera línea, incluyendo el equipo de búsqueda y rescate, fueron inadecuadamente inspeccionados. Sin embargo el fin de la década representó el resurgimiento de la flota. En 1999 el Kursk había llevado a cabo una exitosa misión de reconocimiento cuyo principal objetivo era el espionaje a la Sexta Flota de la Marina de los Estados Unidos durante la guerra de Kosovo. El ejercicio de entrenamiento de agosto de 2000, debía ser el ejercicio de entrenamiento más grande de verano desde la disolución de la Unión Soviética diez años antes, involucrando cuatro submarinos de ataque y el buque insignia de la flota Pyotr Velikiy ("Pedro el Grande") entre una flotilla de barcos más pequeños.

[editar] La tragedia

La misión empezó realmente el 12 de agosto de 2000 por la mañana. Como parte del ejercicio, el Kursk tenía que disparar dos torpedos sin explosivo a un crucero de batalla de la clase Kirov. A las 11:28 hora local (7:28 UTC), algo de peróxido de prueba (HTP), una forma muy concentrada de peróxido de hidrógeno usado como propelente para el torpedo, se filtró a través de la herrumbre en la carcasa del torpedo. El HTP reaccionó con cobre y latón en el tubo desde el que se disparó el torpedo, causando una reacción en cadena que ocasionó una explosión.
La compuerta estanca que separaba la sala de torpedos del resto del submarino se había dejado abierta antes del disparo. Aparentemente, esta era una práctica común, por causa del exceso de aire comprimido que era expulsado a la sala de torpedos cuando se disparaba un arma. La puerta abierta permitió a la onda expansiva propagarse a través de los dos primeros de los 9 compartimentos en el enorme submarino, probablemente matando 7 hombres en el primer compartimento y al menos hiriendo o desorientando a los 36 hombres del segundo compartimento.
Tras la primera explosión, debido a que el conducto de aire acondicionado era muy ligero, la onda expansiva se propagó a más compartimentos, incluyendo el puesto de mando, llenándolos de humo y llamas. Tras la explosión, se cree que el capitán intentó ordenar un soplado de emergencia, que hace que el submarino ascienda rápidamente a la superficie, pero el humo le venció. La boya de emergencia, diseñada para soltarse del submarino automáticamente cuando se detectan situaciones de emergencia como un cambio brusco de la presión o fuego, y que debía ayudar a los rescatadores a encontrar el submarino siniestrado, no se desplegó. Había resultado que en el verano anterior, en una misión en el Mediterráneo, los temores de que la boya se desplegara revelando por tanto la posición del submarino a la flota estadounidense, llevaron a desactivarla.
Dos minutos y quince segundos después de la explosión inicial, tuvo lugar una explosión mucho más grande. La información sismográfica de las estaciones a lo largo del norte de Europa muestran que la explosión ocurrió a la misma profundidad que el fondo marino, sugiriendo que el submarino había colisionado con el fondo marino, lo que unido a las crecientes temperaturas debidas a la explosión inicial, ocasionaron la explosión de más torpedos. La segunda explosión fue equivalente a entre 5 y 7 toneladas de TNT, o alrededor de media docena de cabezas de torpedos y midió 3,5 en la escala de Richter. Tras la segunda explosión, los reactores nucleares se desactivaron para evitar un desastre nuclear, a pesar de que la onda expansiva fue suficiente para casi destruir los reactores.
La segunda explosión abrió un agujero de 2 m² en el casco del navío, que había sido diseñado para soportar profundidades de 1 kilómetro. La explosión también dejó abiertos el tercer y el cuarto compartimento. El agua entró en estos compartimentos a razón de 90.000 litros por segundo, matando a todos los que se encontraban en su interior, incluyendo 5 oficiales de los cuarteles de la séptima división. El quinto compartimento contenía los reactores nucleares del submarino, protegidos por 13 cm de acero. La mampara del quinto compartimento resistió la explosión, haciendo que las barras de control nucleares se mantuvieran en su lugar evitando un desastre nuclear. Los expertos occidentales han expresado su admiración por el nivel de la ingeniería rusa al crear un submarino que soportó tanto.

[editar] Intentos de rescate


Memorial "A los marineros, fallecidos en tiempo de paz", construido en Murmansk. incluye partes de la vela del K-141 "Kursk".
La Armada rusa intentó mantener en secreto inicialmente la tragedia, sin embargo, a medida que pasaban los días, los familiares de los marinos y oficiales del Kursk empezaron a presionar públicamente por la suerte de sus seres queridos y esto llevó finalmente a la Armada a solicitar ayuda extranjera para intentar rescatar a los supervivientes. Ya habían pasado 16 días después de la tragedia. Finalmente se reconoció que en el Kursk había ocurrido una calamidad.
Llegaron equipos en gabarras desde Inglaterra y Noruega hacia la zona del desastre. Inicialmente se llegó a pensar que en la zona trasera del submarino podría haber supervivientes, pero al hacer las pruebas en las compuertas, se reveló que su interior estaba inundado.
Pese a intentos de rescate hechos por equipos británicos y noruegos, todos los marineros y oficiales a bordo del Kursk fallecieron. Las primeras investigaciones sugirieron que la mayor parte del equipo habría muerto unos minutos después de la explosión. Sin embargo, otras investigaciones demuestran que muchos supervivientes se refugiaron en la parte trasera del barco 4 horas después del accidente.

Una de las notas halladas.
Tras reflotar parte de los restos del submarino el 8 de octubre de 2001[1] fueron recuperadas tres notas de los supervivientes, solo dos fueron hechas públicas y no en su totalidad.
Las notas dejadas por los supervivientes de la parte trasera demuestran que al menos 16 de ellos se refugiaron en las partes estancas traseras, pero a medida que el agua subía, un incendio se declaró en el interior y murieron asfixiados. Esto es lo que escribieron ellos en esas notas: “13.15. Todos los tripulantes de los compartimentos sexto, séptimo y octavo pasaron al noveno. Hay 23 personas aquí. Tomamos esta decisión como consecuencia del accidente. Ninguno de nosotros puede subir a la superficie. Escribo a ciegas”. Estos tripulantes habrían logrado sobrevivir hasta 6 días después de la tragedia.
El Kursk fue reflotado por un equipo holandés de la empresa MAMMOET que usó la barcaza Giant4, y 115 de los 118 tripulantes muertos fueron recuperados.
Oficiales rusos negaron rotundamente que el submarino llevara ojivas nucleares.
Cuando el barco fue reflotado en 2001 se temía que, al mover la estructura, ésta explotara debido a los explosivos que aún se encontraban dentro. Los reactores de la nave fueron llevados a la bahía de Sayda, al norte de la península de Kola y desactivados en 2003.[2]
Se erigieron dos monumentos en honor a los marineros muertos en la tragedia: uno en Moscú y otro en la base Vidyaevo.

Portadas con historia

Uno de los episodios más citados de la Segunda Guerra Mundial es la muerte de Adolf Hitler el 30 de abril de 1945. Según la historia oficial, Hitler se habría suicidado junto con su esposa, Eva Braun, al llegarle las noticias de que los soviéticos estaban a metros del búnker en el que se refugiaba tras el incesante avance de los Aliados.
En abril de 1945, Hitler se trasladó al Führerbunker debajo de la Cancillería de Berlín, un complejo subterráneo de dos pisos y unas treinta habitaciones. Desde entonces, comenzó a recibir información de la derrota de sus generales, culpándolos de mentirosos, cobardes y traicioneros.
A medida que las noticias del derrumbamiento nazi llegaban al búnker, se dice que Hitler comenzó a desarrollar una aguda paranoia e histeria, mientras quemaba documentos y se preparaba para el final.
Se le dio permiso al personal para abandonar el refugio, la mayoría lo hizo, pero junto a Hitler quedaron algunos miembros del personal, Eva Braun, Joseph Goebbels junto a su familia entera, militares de la SS, Martin Bormann, y dos de las secretarias personales de Hitler.
El 28 de abril, tras las deserciones de Himmler y Göring, Hitler hizo redactar su testamento personal y político, dejando las últimas indicaciones y acusando a los judíos de todo lo ocasionado por última vez en su vida.
Antes de la medianoche, se casó con Eva Braun, en una ceremonia civil perpetuada a último momento dentro del búnker.
El 29 de abril, los rusos se encontraban a una milla de distancia del búnker, y la noticia de la ejecución de su aliado Mussolini en Italia llegó a oídos del Führer. Decidido ya quitarse la vida, dio las pastillas de cianuro que poseía primero a su perro Blondi, al que asesinó por envenenamiento. Después repartió pastillas a sus secretarias, para que hicieran lo mismo.
El 30 de abril de 1945, luego de un frugal almuerzo, Hitler y Eva Braun saludaron por última vez a Bormann, Goebbels, y otros militares que permanecían en búnker. Se retiraron a su habitación y se suicidaron.
A las 3:30 Bormann y Goebbels encontraron el cuerpo de Hitler cubierto de sangre en el sofá, producto del disparo de su escopeta, mientras que Eva Braun yacía muerta por envenenamiento.

Cita con la historia

Dondequiera que se encuentre un hombre se puede hacer un beneficio". Séneca

lunes, 29 de abril de 2013

Cita con la historia

"Con el puño cerrado no se puede dar un apretón de manos". Indira Ghandi

sábado, 20 de abril de 2013

La Wermacht y la 'revuelta silenciosa' danesa

El 9 de Abril de 1940, las fuerzas alemanas entran en Dinamarca y la invaden sin tener casi oposición por parte del ejército ni de la población civil. Fue una operación relativamente rápida que no supuso graves contratiempos para el ejército alemán. En ese momento se inicia una revuelta silenciosa que se organiza en forma de resistencia y que intenta luchar contra el invasor de diversas formas.



Una de las más curiosas fue la de ignorar por completo a los soldados alemanes. Se propusieron darles el mismo trato que si fueran fantasmas: Simulaban no verles, no les hablaban…etc. para mostrar así su rechazo hacia ellos. Un buen día, un soldado que hacía guardia en una garita que le cubría de cintura para abajo, advirtió que la gente que pasaba por delante de él sonreía. No era un saludo amistoso, sino el hecho que alguien había colocado un letrero donde se podía leer : “No llevo pantalones”.



Fuente:

jueves, 18 de abril de 2013

Operación Weserübung: cae Dinamarca

La toma de Dinamarca estaba planificada dentro de la Operación Weserübung, en la que se pretendia tomar Noruega y Dinamarca.Esta operacion se iniciaria el 1 de marzo por orden de Hitler, pero será ejecutada el 9 de abril cuando los alemanes cruzaron la frontera danesa violando su neutralidad. La invasion de Dinamarca, fue motivada porquwe desde ella se podia invadir también Noruega y utilizarla como base para sus ataques aereos sobre Inglaterra y asegurar el suministro de hierro con Suecia.


Desde el 4 de abril había sospechas de que iba a haber una invasion sobre Dinamarca pero el gobierno no quiso movilizar sus tropas para que los alemanes no tomaran represalias.Un oficial aleman que era anti-nazi perteneciente al OKW, informó a los paises afectados, pero estos no hizieron caso. El 8 de abril los barcos alemanes empiezan a cruzar las aguas danesas. A las 4 de la madrugada del dia 9 el embajador alemán en Dinamarca, Renthe-Fink llamó al Ministro de Relaciones Exteriores danés Munch y pidió una entrevista urgente. Cuando se reunieron, veinte minutos después se le notificó a Munch que en aquel momento las tropas alemanas estaban entrando a su país. Se le dijo que se había hecho esto para proteger a Dinamarca de una invasión anglo-francesa y se le exigió que no ofrecieran resistencia y que se abriera el dialogo a las autoridades alemanas, amenazando con que de lo contrario se bombardearía Copenhague.

El General de Infantería Nikolaus von Falkenhorst estaba al mando de la 170ª y la 198ª Divisiones de Infantería alemanas. Se planeó que la 198ª División ocuparía Selandia y las islas del sur, así como Copenhague, al mismo tiempo que paracaidistas tomarían la fortaleza de Masnesø y un puente cercano. Por su parte la 170ª División y dos compañías Panzer, con 36 carros en total, atravesarían de sur a norte la costa este de Jutland. Otros cuerpos avanzarían de forma paralela por la costa norte de Jutland para asistir a los paracaidistas que estarían ocupando los aeropuertos. Como apoyo, avanzarían unos 70 Panzer, varios batallones de ametralladoras, artillería pesada y baterías antiaéreas, además de tres trenes blindados. La Luftwaffe proveió 10 escuadrones de cazas y 10 escuadrones de bombarderos, totalizando 250 aparatos.

Invasion por aire:
 A las 05:25  cazas alemanes ya habían llegado al aeródromo de Værløse, donde estaba toda la fuerza aérea danesa, que no era mucha. En ese momento los aviones estaban calentando, por lo que en cuestión de minutos se pudo neutralizar a toda la fuerza aérea de Dinamarca

A las 6:15 de la mañana del 9 de Abril de 1940, nueve Junkers  52 sobrevolaban el fortín costero danés de la isla de Masnedö. 
Unas figuras diminutas empezaron a caer de los aviones, segundos después, 100 paracaidas se abrían contra el plateado cielo del amanecer. Noventa y seis paracaidistas alemanes descendían flotando junto con una serie de cajas de metal con armas y munición extra. Así empezaba la primera operación de combate con paracaidas de la historia. Los centinelas del fortín se encontraron con pistolas alemanas apuntándoles la cabeza antes de que pudieran caer en la cuenta de que estaban en guerra. El resto de la guarnición del fuerte, sorprendido en pleno sueño, se rindió sin oponer resistencia.En un solo golpe y sin derramamiento de sangre, los alemanes se habían hecho con uno de los enlaces más importantes del reino danés. En una segunda operación aerotransportada en la misma mañana, un pelotón de paracaidistas de la Luftwaffe capturó dos bases aéreas estratégicas cerca de Aalborg, en la península danesa de Jutlandia. Una vez más la resistencia fue escasa.  Pero antes de que esta desigual batalla se prolongase, varias formaciones de bombarderos Heinkel 111 y Dornier 17 pasaron rugiendo sobre la ciudad. No lanzaron ni una sola bomba, pero la clara conclusión de que la Luftwaffe podía fácilmente convertir a la hermosa Copenhague en otra Varsovia convenció al Rey de que la resistencia era inútil.
Fuentes : wikipedia, exordio, el gran capitan, mundoSGM.

lunes, 15 de abril de 2013

Cita bélica

"El nuestro es un mundo de gigantes nucleares e infantes éticos. Sabemos más de la guerra que de la paz, de matar que de vivir".

General Omar Bradley